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Según los últimos datos del ͍ndice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA), el precio de la energía en España se ha incrementado por encima de la media europea, debido a la dependencia energética de España y a la menor carga impositiva sobre los productos energéticos.
 

En los últimos meses el IPC se ha disparado por encima del 4%. Los expertos achacan este repunte a la tensión del mercado energético. El petróleo ha duplicado su valor en los últimos doce meses y cotiza en torno a los 100 dólares por barril.

Los vaivenes del crudo no han afectado a todos los países por igual, ya que la inflación del transporte se situó en febrero en España en el 7,6% frente a una media comunitaria del 5,4%, es decir, dos puntos más de diferencia.

De nuevo, los países del Este son los únicos que registran incrementos de precios superiores, mientras que Francia e Italia se sitúan en el entorno de la media europea y Alemania por debajo (4,4%).

Estas diferencias se deben a los distintos tipos impositivos sobre los carburantes. A menor imposición las subidas en porcentaje son mayores.