La mayoría de Estados miembros aceptó negociar el plan alternativo que proponen París y Berlín para impulsar la competencia en el sector. Esta "tercera vía" no supone la separación patrimonial sino que se limita a imponer una serie de salvaguardas para garantizar la independencia del gestor. Sólo una minoría de países encabezada por Reino Unido y Países Bajos se negó a debatir esta propuesta por considerarla insuficiente.
El ministro galo de Ecología, Jean-Louis Borloo, aseguró que Francia y Alemania habían logrado ganar una "batalla psicológica importante" y habían pasado de ser una minoría de bloqueo a convertirse en mayoría. A su juicio, sólo cuatro países seguían siendo "hostiles" a las propuestas franco-alemanas, mientras que el resto habían aceptado negociar.
Por su parte, el secretario general de Energía, Ignasi Nieto, destacó que España sigue apoyando la separación patrimonial porque la ha aplicado a su propio mercado y considera que es la mejor solución para garantizar el acceso no discriminatorio de todas las empresas a la red y aumentar las inversiones en infraestructuras.
No obstante, Nieto dijo que a la delegación española le interesan "más los fines que los medios" y por ello no está "cerrada" a otras alternativas que garanticen los mismos resultados.
Por su parte, el ministro esloveno de Energía y presidente de turno del Consejo, Anderj Vizjak, explicó que tanto la propuesta de separación patrimonial como el plan alternativo presentado por Francia y Alemania serán remitidos a los expertos para tratar de lograr una solución de compromiso y llegar a un acuerdo en junio.