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El nuevo Reglamento regula las condiciones de funcionamiento y las características que deberán reunir los nuevos contadores electrónicos, entre otros dispositivos. De hecho, los contadores electrónicos son obligatorios, desde el pasado 1 de julio, para los nuevos suministros hasta una potencia contratada de 15 kW, es decir, los consumidores domésticos y pequeñas empresas.

La medida afecta a un total aproximado de 25 millones de puntos de suministro.

La principal novedad de los nuevos contadores es que permitirán la discriminación horaria y la telegestión.

Discriminación horaria
A partir de ahora, los usuarios podrán decidir sus consumos en las distintas franjas horarias del día, lo que permitirá aplicar una política más afinada de gestión de la demanda y, en definitiva, suavizar los picos de demanda eléctrica y promover el ahorro energético.

Entonces, el consumo se dividirá en 2 periodos: punta (10 horas al día) y valle.

Con el nuevo sistema, el gobierno cree que las facturas se reducirán entre un 2 y un 8%.

Telegestión
La telegestión permitirá a las compañías distribuidoras tener acceso remoto a los contadores, de manera que el control de consumo será más ajustado. Actualmente este servicio se realiza de forma presencial mediante la revisión periódica por parte de un trabajador de la compañía.

De momento, el gobierno no ha establecido un calendario de sustitución de los contadores, pero sí que se sabe que se hará de forma progresiva, dando prioridad a los más antiguos.