Carambola de Centrica. La antigua gasística estatal británica ha ofrecido un pacto a EDF para participar con ella en el capital de Britsh Energy, propietaria del parque nuclear del Reino Unido. El grupo que preside Pierre Gadonneix está a punto de ganar en solitario la subasta por esa compañía, pero Centrica también quiere participar. A cambio, Centrica ofrece al monopolio francés la entrada en SPE, el segundo operador belga, controlada por aquélla.
Fuentes próximas a Centrica confirman la jugada, que se produce después de que esa empresa haya frenado in extremis la entrada de EDF en el mercado belga.
El grupo estatal francés había llegado a un acuerdo con Gaz de France para comprarle la mitad de su participación en SPE (un 25,5% en total) por 515 millones de euros. La venta, impuesta por las autoridades de competencia de la UE, se cerró el pasado 20 de junio. El grupo de Gadonneix podía regresar así a Bélgica, un país con un importante parque nuclear y bien interconectado con la red francesa.
Pero Centrica estaba agazapada en SPE con otro 25,5% del capital y una opción de compra sobre el paquete de GDF y Suez para llegar al 51%. El plazo para ejercer el tanteo expiraba esta semana.
Centrica dejó correr el tiempo y mantuvo en vilo al mercado. Pero este miércoles anunció que igualaba la oferta de los franceses y se quedaba con el control de SPE. El zarpazo dejó a Gadonneix con la miel belga en los labios.
Ahora, los británicos parecen dispuestos a ofrecer al galo la oportunidad de resarcirse. Las fuentes consultadas indican que la anunciada participación minoritaria de Centrica (si es del 25% tendrá que aportar dinero) en British Energy puede ser fruto del pacto sobre SPE.
Centrica figuró desde el principio como el posible acompañante de la empresa que ganara la puja por los activos nucleares británicos. La compañía, cuyo capital está prácticamente diluido en Bolsa, arrastra un desequilibrio en su actividad: con un 55% del mercado minorista del gas de Reino Unido sufre la escalada de precios de los combustibles. Y aunque tiene yacimientos propios, sólo se autoabastece en un 30%.
Esta concentración de riesgo le impide tener mucho endeudamiento, para evitar así ser castigada por las agencias de rating. En generación, Centrica tiene una cuota menor que en gas, pero también soporta el coste elevado de las materias primas, que podría compensar el de una energía mucho más barata como es la nuclear.
La subasta de British Energy podría cerrarse la próxima semana a un precio estimado de 12.600 millones de dólares. La privatización del 35% de esa compañía todavía en manos públicas daría a EDF el control de 12 centrales nucleares y algunos emplazamientos para abrir nuevas plantas. Centrica podría compartir el pastel.
Entre el reparto del mercado belga y Fenosa
Para bien o para mal, Bélgica se ha convertido en el primer país de la UE en seguir la estela del Reino Unido al abrir su mercado energético a inversores extranjeros. La última reordenación incluso ha dejado a la principal eléctrica del país, Electrabel, en manos de una compañía participada por el Estado francés como es Gaz de France. Y la italiana ENI, otra compañía estatal, se ha hecho con el principal distribuidor de gas Distrigas. El Gobierno belga ha intentado amarrar una acción de oro en GDF-Suez, pero no está claro que Francia la vaya a aceptar.
Centrica ha jugado su papel, al optar al 51% de la segunda eléctrica, SPE, y no se descarta que lo juegue en España en la puja por Fenosa. Ya acudió hace tres años a la que abrió el Santander para vender su 22% de la eléctrica.