6/12/2006 - 18:47h

¿ Qué está ocurriendo con el precio de la electricidad ?

A medidados de noviembre el Ministerio de Industria anunció una subida de precios en la electricidad que resultaría 'dolorosa'. Te explicamos por qué deben subir los precios y por qué el Gobierno de Zapatero ha decidido -de momento- frenar esa subida.

Por qué es necesaria la subida de precios

El sector de la electricidad tiene unos precios regulados desde el Estado, con unas tarifas más reducidas que los costes que realmente son necesarios para producir esa electricidad. Es decir, tanto los consumidores domésticos como los industriales están basando su economía sobre bases financieras no reales. La situación se ha agudizado con la subida del petróleo del Brent -una de las energías primarias utilizadas- desde 25 euros hasta casi 70 en poco más de dos años. A este desfase entre el coste de generación de la electricidad y el precio que se paga por ella, se denomina déficit tarifario.

Que el precio de la electricidad suba y todos tengamos que rascarnos -aún más el bolsillo-, es sólo cuestión de tiempo.

Por qué no se han subido antes, y por qué no se hará ahora

Este desfase entre costes de producción y precio final se viene arrastrando desde hace años, pero ni PP -durante el periodo que estuvo en el gobierno- ni PSOE se han atrevido hasta ahora a coger el toro por los cuernos debido a lo impopular de la medida. El gabinete que apruebe tal resolución será condenado por los votantes a salir por donde había entrado en las siguientes elecciones. Y eso, sin mencionar el efecto que esa subida tendrá sobre el IPC.

Durante las últimas semanas hemos visto un vaivén de declaraciones desde el gobierno que incurren en incoherencias. El 21 de octubre el mismo Zapatero advirtió de la próxima subida de los precios de la electricidad. Algunas de las medidas concretas que el Ministerio de Industria ha llegado a valorar son la subida para consumidores domésticos de un 6%, una tarificación por tramos que penalice a los consumidores con mayor contratación y una actualización trimestral de precios según el coste de las materias primas.

Una vez conocidos estos datos, las reacciones no se hicieron esperar. Los únicos que recibieron bien la medida fueron las mismas compañías eléctricas y los dos diputados verdes del Congreso, que manifestaron: "Somos clara y decididamente favorables a este incremento, por muy supuestamente impopular que sea. No es tiempo de demagogias, sino de explicar claramente a los ciudadanos el coste real del consumo y lo insostenible de esta situación".

Desde el PP se acusó al gobierno de mostrar 'desprecio hacia los consumidores' que no llegan a fin de mes (sin comentarios). IU declaró que el aumento es excesivo para el déficit tarifario existente. Las organizaciones de consumidores lo criticaron y CCOO fue más allá, argumentando que las eléctricas tienen ya grandes beneficios, con lo cual el aumento es injustificado. Las contradeclaraciones a esto desde Unión Fenosa fueron que en caso de una factura más alta, las compañías no recibirían más dinero, sino que reducirían el déficit acumulado.

Tras estas reacciones, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, declaró que la subida de la tarifa eléctrica se está estudiando, pero "en cualquier caso no irá más allá del IPC" para consumidores domésticos. La lectura que puede hacerse de este cambio de estrategia, es que de nuevo la toma de medidas impopulares aunque necesarias es frenada por el miedo de la clase política a las consecuencias que estos polvos puedan tener en los lodos electorales.

Y el gran dilema: empresas eléctricas deficitarias que todo el mundo quiere comprar

Por lo que parece y mientras no exista un nuevo cambio de actitud por parte del ejecutivo, podemos respirar aliviados. Por el momento; porque el hecho es que a 30 de septiembre de este año, el déficit acumulado por las eléctricas era de 2.559 millones de euros. Lo que nosotros no nos explicamos, y nos parece un enigma, es cómo diantres puede ser que si estas empresas van tan mal, » todo el mundo quiera comprarlas.

Lo que nos resta hacer a nosotr@s

Ahora que comenzamos a oir sonar el río, más nos vale empezar a recorrer la casa apagando todo interruptor encendido que encontremos a nuestro paso, ésos que alimentan lámparas 'que no alumbran a nadie', a la vez que echamos mano de la billetera y comenzamos a plantearnos la compra de electrodomésticos de alto rendimiento para rebajar la fiebre que nos producirá en algún momento la factura de la luz. Valen la pena.
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