El enlace Península-Mallorca unirá la subestación de Morvedre (Sagunto) con la de Santa Ponsa (Mallorca). El trazado se ha elegido teniendo en cuenta la menor distancia entre la Península y la isla de Mallorca, y la profundidad y características del trazado submarino. Su longitud aproximada es de 237 km y la profundidad máxima de 1.485 metros. Al igual que en la segunda interconexión eléctrica España-Marruecos, la empresa italiana Prysmian y la noruega Nexans serán las encargadas del diseño, fabricación y tendido de los cables submarinos de este enlace.
El proyecto, con un presupuesto de 375 millones de euros, contempla, además, la construcción de dos estaciones de conversión en los extremos, así como la construcción de tramos subterráneos de unos 3 km de longitud en cada extremo para conectar estas estaciones con el cable submarino.
Para la elección del trazado definitivo, Red Eléctrica ha tenido en cuenta todo un conjunto de condicionantes ambientales de manera que la solución elegida fuera la más viable y la de menor impacto.
Durante la presentación del proyecto, Ramón Granadino, director de Red Eléctrica en Baleares, subrayó la importancia de este proyecto, "imprescindible para mejorar la estabilidad y fiabilidad del suministro eléctrico en las islas y asegurar su capacidad de desarrollo económico", destacando que será la primera interconexión eléctrica submarina de transporte en corriente continua en España. Señaló, además, que "representa la mayor inversión realizada por Red Eléctrica de España en un único proyecto".
Para Siemens, empresa encargada de la instalación de las estaciones conversoras, este proyecto demuestra su apuesta por la I+D+i, la eficiencia energética y su compromiso con el medioambiente para contribuir a la disminución de emisiones de CO2.