En una entrevista digital en "El País" y en "Cinco Días", Solbes resalta la complejidad de este asunto, toda vez que la UE defiende la libre circulación de capitales independientemente de la naturaleza en la propiedad de las empresas energéticas europeas y sin tener en cuenta la ausencia de liberalización en los intercambios energéticos.
"El problema es complejo, porque en la UE no hay liberalización en los intercambios energéticos ni, como consecuencia de la diferente naturaleza en la propiedad de las empresas, se puede jugar en las mismas condiciones. Sin embargo, sí hay que aplicar las normas de libre circulación de capitales y libertad de establecimiento, lo que produce la paradoja de que los países que peor han cumplido las pautas comunitarias son los que gozan de mayor margen de maniobra para comprar empresas en otro país", subraya.
Solbes afirma que, "desgraciadamente, en España se privatizaron las empresas sin haber definido previamente un modelo energético. No estamos en un modelo de competencia a la inglesa, pero tampoco en un modelo cerrado como el francés".
Por eso, explica que lo que pretendía el Gobierno con las condiciones que impuso a E.ON para autorizar su fallida OPA sobre Endesa (condiciones anuladas por el Tribunal Europeo de Luxemburgo) no era excluir al grupo alemán del mercado español, "sino garantizar el suministro de energía en España, teniendo en cuenta que la legislación comunitaria permite salvaguardar nuestros derechos estratégicos", afirmó.