La teoría, ya concocida por repetida, de Navarrete es que todo es debido a la competencia de las plantas en Europa del Este; concretamente en Eslovaquia, donde los costes salariales llegan a ser un 75% más bajos que aquí. Si no se acomete un plan global que incluya medidas como los recortes salariales y la introducción de medidas de flexibilidad en la producción, entre otras, el excedente de plantilla asciende ya hoy a 275 personas.
Lo que Sony persigue es recortar distancias en los costes por unidad producida en España respecto de Eslovaquia, de modo que sean "razonables" y "no enormes, como ahora", ha dicho el directivo de la compañía, que ha eludido precisar en qué medida deben recortarse. Todo queda a la negociación abierta con los sindicatos. La empresa ha propuesto hoy mismo a los sindicatos un plan de viabilidad a negociar "sin prisa pero sin pausa", de modo que pueda ya aplicarse el año próximo.
El plan contempla nuevas inversiones para modernizar Viladecavalls, hasta 70 millones de euros, la supresión de áreas que no aporten valor añadido, la externalización de actividades como la logística interna y, sobre todo, el pacto de un nuevo marco laboral "que haga viable este centro", con medidas como las que han aplicado fabricantes de automóviles como SEAT. Navarrete ha asegurado que la voluntad de la empresa es buscar el "consenso" con los trabajadores para acordar dicho plan.
Sony aumentó las ventas un 4% en España el ejercicio pasado, que cerró el pasado 31 de marzo. Éstas ascendieron a 2.605,56 millones de euros, mientras los beneficios después de impuestos retrocedieron ligeramente un 2,8%, hasta los 23,43 millones. La inversión en I+D se disparó un 79%, con el contrato de 50 ingenieros adicionales a los 150 que ya trabajaban en la división de investigación de Viladecavalls.