Costas ventosas, ríos de grandes saltos y mares de gran oleaje y elevada diferencia entre pleamar y bajarmar. En enegía solar, desde luego, no podrán hacernos la competencia, pero en otras renovables pueden llevarse la palma a nivel mundial.
A pesar de que Alaska es el segundo estado productor de petróleo en Estados Unidos, sus ciudadanos han tenido que pagar elevadas tasas por la electricidad, y ahora ya el petróleo no es tan abundante para producirla. Esto, sumado a la llegada de Obama al poder y de su deseo de fomentar las renovables para conseguir la independencia energética y para crear empleo, puede convertir a este estado americano en una referencia mundial en cuestión de renovables.
No hace tanto tiempo, los habitantes de esta región eran muy escépticos en cuanto a todo lo que sonase 'renovable' o 'ecológico', pero esto está cambiando rápidamente pues la gente se está dando cuenta, según medios americanos, de que la energía renovable es más barata que extraer petróleo, y ésta es la razón principal por la que empiezan a plantearse su explotación. Otro motivo es que la población ya empieza a percibir las consecuencias del cambio climático en su territorio.
La importancia dada a este tipo de recursos puede comprobarse por la cantidad de subvenciones que el gobierno de Alaska aprobó el año pasado un presupuesto de trescientos millones de dólares para otorgar ayudas a la instalación de renovables domésticas durante los próximos cinco años. No está mal, teniendo en cuenta que la población en todo el estado es poco más de medio millón de personas, en un territorio que por cierto, es más grande que Portugal, España, Francia, Alemania y Polonia juntas.
Las autoridades ya han manifestado que esperan que el 50% de la energía producida en Alaska en 2025 proceda de fuentes renovables.