Desde su compromiso con el avance industrial, Apecyl, a través de un comunicado recogido por Europa Press, informó de que en Castilla y León estarían en peligro unos 3.600 millones de euros de inversión correspondientes a futuros proyectos del sector de la energía producida por la fuerza del viento. De igual modo, en materia laboral, sería una tarea complicada tanto duplicar a corto plazo la cifra actual de más de tres mil empleos existentes en el sector como alcanzar los 10.000 puestos de trabajo previstos para el año 2010.
En el capítulo de consumo de energía, los promotores eólicos estiman que la generación eléctrica de estos 3.000 megavatios bloqueados por Red Eléctrica de España pueden suponer la reducción de seis millones de toneladas de emisiones contaminantes o el equivalente al abastecimiento de consumo eléctrico de unas 700.000 familias. Asimismo, la energía eólica contribuye notablemente a reducir el déficit tarifario.
En su empeño por contribuir a través de la potencia eólica al desarrollo sostenible de la Comunidad Autónoma, Apecyl calcula que la reducción de emisiones contaminantes anuales que generarían 3.000 MW serían similares a las de dos millones de hectáreas de bosque o 600 millones de árboles, una quinta parte de los que existen en Castilla y León.
Los límites impuestos por REE por la falta de ampliación de la infraestructura eléctrica hace peligrar la conexión y evacuación de los parques eólicos que se encuentran en construcción y con autorización administrativa en la región. Este retraso, en opinión de Apecyl, supone un paso atrás en el compromiso del sector eólico regional de cara a su contribución al cumplimiento de las medidas de la Unión Europea con el objetivo de atender el 20% del consumo eléctrico a partir de energías renovables en el año 2020.
Recordar la importancia del sector de Castilla y León al producir el 19% de la energía eólica que se genera en España. Además, el KWh (kilovatio a la hora) producido por energía eólica representa un impacto ambiental 26 veces menor que el generado por el carbón, 21 veces menos que el petróleo, 10 veces menos que la energía nuclear y 5 veces inferior a la energía producida con gas.