"Junto con Argentina vamos a hacer públicas algunas iniciativas, próximamente, para regular más claramente el tráfico aéreo y marítimo en la Antártica", manifestó el ministro recientemente ante los corresponsales extranjeros.
De acuerdo con el secretario de Estado, se deben aumentar también las exigencias de garantías para evitar accidentes marítimos en esa zona para prevenir derrames de combustible y contaminar áreas ecológicamente muy sensibles. "Estamos revisando con el Ministerio de Defensa argentino las legislaciones nacionales y convenciones internacionales para hacer propuestas concretas", explicó.
Chile mantiene en la Antártica la base Eduardo Frei, con el único campo de aterrizaje que opera todo el año y con unos 70 efectivos de la Fuerza Aérea; la Bernardo O'Higgins, del Ejército, con una veintena de efectivos; y la Arturo Prat, de la Marina, en proceso de reapertura, con diez efectivos más otros 50 de la fuerza de reparación. Este último proyecto debería estar listo antes del término de este verano. También funciona la base estival Gabriel González Videla, que sólo en 2007 recibió 6.600 turistas.
Este plan, desarrollado por Defensa, también considera que en los próximos días, junto a la Comisión Nacional de Energía, se va a llevar a un experto internacional a la Antártica para que, junto a científicos nacionales, se desarrollen propuestas "para que analicemos la forma de instalar otras fuentes de energía en las bases antárticas", anticipó.