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Cuba se inserta hoy cada vez más en el camino del desarrollo y uso racional de la energía renovable, en particular de la eólica, que goza de gran auge en el mundo. La voluntad política del gobierno y las condiciones naturales existentes en la isla crean las premisas para el fomento también de otras fuentes alternativas de energía.
 

Estas son la hidráulica, el biogás, la solar y la que procede de la biomasa de la caña de azúcar y de los bosques forestales, como destacan autoridades del Ministerio de la Industria Básica. Juan Manuel Presa, funcionario de ese organismo, precisó a Prensa Latina que actualmente hay tres proyectos importantes para el aprovechamiento de la fuerza de los vientos para producir electricidad.

Estos son el de Turiguanó, en la Isla de la Juventud, al sur de la zona occidental de Cuba, con 2,10 MW instalados y ya en operaciones, y otros dos en el municipio holguinero de Gibara, en el oriente del país.

El Gibara Uno, en fase de puesta en marcha, este fin de semana incorporó sus primeros MW al Sistema Electroenergético Nacional (SEN). Es considerado el mayor parque eólico del archipiélago (aportará 5,1 MW), y el primero situado en la franja de la costa norte, la cual es la de mejores condiciones para el fomento de ese tipo de energía.

De acuerdo con autoridades del sector fue en 2005, a partir de los planteamientos del presidente Fidel Castro, en que la Unión Eléctrica comenzó a estudiar la posibilidad de emplear en esa zona la energía eólica para producir electricidad.

Esta obra, que inicia una tradición en esa esfera en la isla, es edificada con la participación de trabajadores de los ministerios de la Construcción y de la Industria Básica, y cuenta con asesoría española, fundamentalmente.

Se trata de una inversión que puede recuperarse de siete a nueve años.

Está situada a pocos kilómetros de la ciudad costera de Gibara y dotada con equipamiento de punta para su control y operación. Se calcula que puede ahorrar cada año unas tres mil toneladas de petróleo.

Dispone de seis aerogeneradores sostenidos por igual número de torres de 55 metros de altura, cada uno de los cuales tiene capacidad para generar 850 kilowatts por hora

De esta manera el parque de Turiguanó, el Gibara 1 y el otro que se construirá en Gibara, en la zona de Punta Rasa, que se proyecta concluir este año, constituyen un paso importante en el propósito de incrementar el rendimiento de las fuentes renovables de energía, como vía de ahorrar combustibles y no contaminar el medio.

El país espera disponer en este año de notables cantidades de energía generada con la fuerza de los vientos, fuente que goza de gran auge en el mundo ante el probable agotamiento de los combustibles fósiles.

Por otra parte, operan en la isla más de seis mil 700 molinos de viento para la agricultura y la ganadería, que significan un ahorro anual de 31 mil 624 toneladas de combustibles. Se suman otros 270 existentes en la rama azucarera.

Otros esfuerzos realizados en esta dirección comprenden la actualización del Mapa Eólico Nacional, y la instalación de estaciones de tecnología alemana para la medición del viento a 50 metros de altura.

Actualmente un 20 por ciento de la energía mundial proviene de la renovable y, dentro de esta, un 90 por ciento corresponde a la hidráulica.

Sin embargo, es la energía eólica la que disfruta de mayor auge, con más de un 25 por ciento de incremento anual, y es la industria energética de mayor incremento en el mundo, según la Asociación Mundial de Energía.

Actualmente hay en el orbe una capacidad instalada de unos 75 mil MW, cifra que se elevará a 160 mil en el próximo trienio.

No obstante, la producción eólica es aún una gota de agua entre los 3,5 millones de MW de energía producida en el mundo, pero su desarrollo es constante, dadas las condiciones actuales del alza permanente del precio del petróleo y el calentamiento global.

 

Fuente: Prensa Latina.