La energía eólica tiene un solo inconveniente: no puede predecirse su producción; en España ha ocurrido ya varias veces que se han conjugado rachas de viento fuerte en momentos de baja demanda eléctrica, especialmente por la noche,y han tenido que desconectarse los aerogeneradores, con la consiguiente pérdida de electricidad limpia. Muchas voces han propuesto utilizar esa energía para alimentar una red de coches eléctricos, y Dinamarca ha comenzado ya a dar los primeros pasos en esa dirección.