3/06/2009 - 15:15h

Empresas españolas de energía renovable sacan del paro a los estadounidenses

Gamesa saca del paro a trabajadores norteamericanos del metalVarios estados de este país ven cómo las energías renovables salvan del paro a miles de trabajadores que proceden de las industrias del carbón y del acero.

 
Jack Bernat, que en su tiempo libre se dedica a restaurar coches de los años 80, trabaja ahora para Gamesa en Pennsylvania, EEUU. Durante sus 35 años de vida laboral, este empleado de Gamesa ha conocido empresas que han acabado en la ruina, ha hecho trabajos a tiempo parcial y ha mudado de ciudad en busca de trabajo. Ahora, este trabajador ha puesto sus esperanzas en la constructora española de aerogeneradores. -Mi mayor preocupación es que no le ocurra a las próximas generaciones lo que le ha ocurrido a la mía: estabas diez años aquí, diez allá, y con 54 años no tienes antigüedad en ninguna empresa.  Quiero que esto dure.

Esta misma preocupación la tienen los sindicatos estadounidenses, que ven en el sector renovable la tabla de salvación de los muchos parados que ha generado esta crisis. De hecho, muchos sindicatos se están convirtiendo en los mejores aliados del movimiento ecologista.

En Pennsylvania, donde la llegada de empresas como Gamesa está cambiando el paisaje. Un estado que había estado caracterizado desde el siglo XIX por el cinturón de edificios industriales de ladrillo rojo y por el resplandor naranja del trabajo sobre el acero ha dado paso a parques eólicos en campos de trigo y sobre las montañas.

-Las decisiones que tome el Congreso sobre el cambio climático van a redirigir la economía mundial durante los próximos 20 años, dice David Foster, antiguo director del Sindicato de Trabajadores del Acero, que ahora lidera la alianza Azul-Verde de los grupos laboristas y medioambientales. -Este es el tipo de actividad económica que es suficientemente grande y sostenida en el tiempo que puede servir de fulcro a toda la economía.

Empresas como Gamesa argumentan que se trata de una alianza natural. -Es el final de la falsa elección entre el trabajo y el medioambiente, asegura Michael Peck, un portavoz de Gamesa en EEUU, que ha sido arquitecto de la alianza entre ambientalistas y sindicatos. -Lo que EEUU comienza a comprender es que puedes tener las dos cosas: un medioambiente limpio y un trabajo bien pagado.

Algunos trabajadores están de acuerdo, y van más allá. -No es sólo un buen trabajo; además te da una buena sensación, al saber que estás haciendo algo por el medio ambiente. No soy uno de esos que se cuelgan de los árboles, pero el medio ambiente siempre ha sido algo importante para mí.

En Johnstown, la ciudad más grande y más cercana a la planta de Gamesa, hubo una vez 20.000 empleos relacionados con el acero, cuando en ese pueblo sólo hay 23.000 habitantes.  La planta de Gamesa sólo emplea a 300, pero para algunos de estos trabajadores, la llegada de la empresa española ha sido la tabla de salvación. Más de 3.000 personas presentaron sus C.V. para optar a esos trabajos. -Me han salvado la vida, confiesa Joe Satkovich. -Tenía 52 años cuando estaba buscando trabajo.

Fuente: The Guardian

 

 
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