El primer parque eólico en Nicaragua se inauguró en abril de 2009 con una capacidad de 40 MW, en el emplazamiento conocido como Amayo, en el istmo de Rivas, cerca de la frontera con Costa Rica. Este proyecto representa alrededor del 5% de la capacidad total nominal de generación instalada en este país, aunque cuando esté operando a plena capacidad, contribuirá con alrededor del 7 al 9% de la energía inyectada diariamente en el sistema nacional nicaragüense.
A finales del pasado mes de octubre, el Ministerio de energía y Minas otorgó al Consorcio Elico Amayo SA, la licencia de generación con vigencia de 30 años, que permitirá la ejecución de la segunda fase del parque eólico Amayo, que contará con 11 aerogeneradores de 2,1 MW de potencia unitaria, lo que conforma una potencia total de 23 MW. Las obras finalizarán a principios de 2010, así el parque podría estar operativo a mediados del mismo año.
Existen tres proyectos eólicos adicionales en diferentes etapas de estudio/desarrollo que representarán una capacidad adicional de 215 MW. Entre ellos se encuentra el que conduce la empresa Albanisa, que en junio se adjudicó una licencia provisional del gobierno para determinar la viabilidad del potencial eólico en el suroeste del país, y la posibilidad de instalación de un parque eólico de 80 MW (40 aerogeneradores de 2 MW) en el municipio de Rivas.
Considerando que la demanda base de potencia en Nicaragua es de alrededor de 300 MW, es evidente que la mayoría de estos nuevos proyectos tendrán que esperar la puesta en marcha del proyecto SIEPAC, consistente en la construcción de una línea de transmisión que interconectará los países de la región desde Panamá hasta Guatemala, y que se espera que entre en opeeración antes de finalizar este año.
Según estudios previos, Nicaragua tiene un potencial eólico de 800 MW, de los cuales 150 se encuentran en Chontales, y 650 en el istmo de Rivas, el potencial podría superar los 2.000 MW con mejoras de la infraestructura vial de transmisión eléctrica. Por otro lado, se prevé que la demanda punta en este mercado regional se incrementará de los 7.000 MW actuales a los 12.000 - 14.000 durante los próximos 10 años, y la demanda de energía crecerá de 40.0000 GWh a 70.000 - 80.000 GWh en el mismo lapso, creando una gran oportunidad para el desaerrollo del recurso eólico en Nicaragua, que se considera el más grande de Centroamérica.
Fuente: Infopower, diciembre 2009