13/06/2008 - 14:00h

Escucha la respuesta en el viento

Josep Puig.[Un artículo de Josep Puig, vicepresidente de Eurosolar, cofundador de Ecotecnia y del GCTPFNN.]
 
Sirvan estas palabras de la canción de Bob Dylan para hacer una reflexión sobre el papel que podría jugar el aprovechamiento de la fuerza del viento en Catalunya en la lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero, dado que nuestro país está ejerciendo el papel de la triste figura ante los retos ecológico-energéticos que nuestra sociedad tiene planteados. En todo el mundo se instalaron más de 20.000 megavatios (MW) eólicos durante el año 2007.
 
 
 
Los líderes de potencia instalada fueron Estados Unidos (5.244 MW), China (3.449 MW) y España (3.522 MW), lo que llevó a que la potencia eólica total en el mundo superara los 94.000 MW. Los países que lideran la liga eólica son Alemania (22.247 MW), EEUU (16.818 MW) y España (15.145 MW). En el caso español, la potencia instalada en enero de este año hizo que la energía eólica superara el 16% de la capacidad de generación eléctrica existente, por delante de las térmicas de carbón, las centrales de fuel o gas y las nucleares. En cuanto a la generación de electricidad, la eólica superó el año pasado a la hidráulica, y llegó al 9,5% de la energía eléctrica generada. No obstante, en Catalunya la eólica solo añadió 122 MW a la oferta total de energía, con lo que llegó a una potencia total de 347 MW.

Van a cumplirse 25 años desde que se conectó el primer aerogenerador en la red eléctrica de Catalunya. Lo hizo posible la ley de conservación de la energía de 1980, pero tuvo que hacerse alegalmente, porque en aquel tiempo no se había definido cómo realizar la conexión de un aerogenerador en la red. Era el primer aerogenerador diseñado por Ecotècnia. Tenía una potencia de 15 kW y un diámetro de 12 metros. Fue instalado en Valldevià (municipio de Vilopriu, en el Empordà). El éxito de este prototipo, que funcionó tres años, permitió fabricar unas primeras series comerciales de máquinas de una potencia de 30 kW, la mayoría instaladas fuera de Catalunya.
Hace pocos días tuve la oportunidad de visitar, con un grupo de estudiantes de la UAB, la máquina ECO100. Diseñada para captar la fuerza del viento y transformarla en electricidad, es un aerogenerador que Ecotècnia ha montado en El Perelló. Un artefacto de 3 MW de potencia, con tres palas que, al girar, forman un círculo de 100 metros de diámetro. Es la proeza tecnológica más importante diseñada y materializada en Catalunya, por técnicos catalanes, en los últimos años.

Una máquina eólica de estas características genera anualmente (en un buen emplazamiento, favorable a la captación del viento) la electricidad que necesitan 2.000 familias. Generar toda la electricidad que hoy producen las nucleares en Catalunya requeriría la instalación de unos 3.000 aerogeneradores como el ECO100. Esto supondría dedicar entre 500 y 1.000 kilómetros cuadrados de la superficie de nuestro país a la captación de la fuerza del viento. Teniendo en cuenta que la superficie de Catalunya es de 32.000 kiló- metros cuadrados, la propuesta afectaría solo al 3% del territorio, compatible con otros usos.
Catalunya dispone de la suficiente fuerza de viento en algunos lugares del país, no en todos. Por ello, es preciso que caigan las barreras mentales que demuestra tener nuestro Gobierno cuando aborda el tema de las fuentes de energía libres, limpias y renovables. Lo más curioso de todo ello es que Ecotècnia (cooperativa fundada en el año 1981 en Barcelona) es una de las empresas que diseñan y fabrican los aerogeneradores más importantes del mundo. Sigue teniendo su sede en Barcelona y ha suministrado aerogeneradores a un considerable número de instalaciones eólicas del Estado español (su cuota de mercado es del 7,3%), pero bien pocas a instalaciones de Catalunya (solo el parque eólico de El Baix Ebre y el de Trucafort).

Tampoco es raro, puesto que en Catalunya solo disponemos de una potencia instalada de menos de 50 vatios/habitante, a diferencia de otras comunidades autónomas del Estado español que disponen de más de 1.000 vatios por habitante (Castilla-La Mancha, Navarra, La Rioja, Aragón, Castilla y León y Galicia). Sucede igual en la comparación en términos de territorio: Catalunya tiene solo 10 kW/km eólicos, mientras que Galicia llega a los 100; Navarra supera los 90; La Rioja se acerca; Castilla-La Mancha llega a los 40; Aragón, a los 36, y Castilla y León, a los 30.

¿Cómo ha podido llegarse a esta pobre realidad? Pues es el resultado de las muy poco ambiciosas po- líticas de energías renovables llevadas a cabo en nuestro país por la Generalitat y el Parlament. Veamos un ejemplo: a estas alturas, cuando ya ha caducado, hace casi un año, el decreto 174/2002 que pretendía regular el despliegue de la energía eólica en Catalunya, el actual Govern ni tan solo ha sido capaz de adoptar otro que lo sustituyera y que supusiera un firme empuje para recuperar el terreno perdido durante los últimos 20 años.

Transcurridas esas dos décadas, una máquina 200 veces más potente y apenas 10 veces mayor nos demuestra que un futuro energético renovable no solo es deseable, sino también posible. Todavía hoy, igual que hace 25 años, una respuesta a los problemas energéticos de nuestra sociedad, adicta al carbono fósil, la podemos seguir escuchando en el viento.

Fuente: El Periódico de Caralunya.
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