18/10/2006 - 10:00h

Hidrógeno o cómo aprovechar los excedentes de la energía eólica

A Las renovables, especialemente a la energía eólica y a la fotovoltaica, siempre se les ha reprochado que su producción debe ser consumida en el momento, lo que implica una serie de problemas técnicos por no poder planificar su inyección en red.

Por otro lado, es ya sabido desde hace tiempo que la economía del hidrógeno es la más firme candidata a reemplazar la economía del petróleo, y sólo el 'pequeño problema' de que el hidrógeno es un vector energético, -es decir, que es necesario emplear otra energía para producirlo- es quien está frenando el desarrollo de este nuevo modelo energético.

Esto cambiará, y no parece que vaya a tardar mucho tiempo. Tanto la eólica como la fotovoltaica -ambas renovables y no contaminantes- se perfilan como futuros proveedores de la energía necesaria para separar el hidrógeno presente en el agua de las moléculas de oxígeno, de forma que pueda ser aprovechado como combustible.

Será tan sencillo -sobre el papel- como aprovechar los excendentes de electricidad que producen los parques eólicas y las centrales fotovoltaicas para producir el hidrógeno in situ y almacenarlo bien para su posterior traslado allí donde sea necesario su consumo, -probablemente, hidrogeneras en estaciones de servicio para el transporte-, bien para la posterior producción de electricidad en el mismo parque eólico en momentos de bajada de producción.

En este sentido España, que ya es una potencia mundial en desarrollo y utilización de energías renovables, se encuentra también de avanzadilla en la investigación de este mecanismo. La fundación Sotavento, perteneciente a la empresa Sotavento Galicia S.A., se encuentra ya realizando la obra civil necesaria para iniciar la producción experimental de hidrógeno.

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