1/04/2009 - 09:00h

La energía eólica puede proporcionar hasta un 30% de la electricidad mundial hacia la mitad de siglo

Según este informe, que fue presentado el 15 de enero de este año en nuestro país, concretamente en Madrid, la energía eólica podría satisfacer alrededor del 12% de las necesidades energéticas mundiales en 2020, y ahorrar más de 1.500 millones de toneladas de emisiones de CO2 anuales. Estas cifras podrían ascender a 2.300 GW de capacidad instalada, produciendo 5.400 TWh y desplazando más de 3 millones de toneladas de CO2 anuales para 2030.

 

En este informe, donde se exploran tres escenarios diferentes para la energía eólica - un escenario de referencia basado en cifras de la Agencia Internacional de Energía, otra moderada que asume los objetivos actuales, y uno tercero, basado en previsiones más optimistas, que asume que se hayan aprobado todas las opciones políticas para favorecer las energías renovables, y que presupone que la energía eólica puede proporcionar el 30% de la electricidad mundial a mediados de siglo.

La energía eólica se ha convertido en una fuente mayoritaria de generación de energía en muchas regiones del mundo, y se está desplegando en más de 70 países. Además de los beneficios ambientales, la energía eólica también ofrece una respuesta a las crecientes preocupaciones acerca de la seguridad de suministro de energía y la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles. Además, se está convirtiendo en un factor sustancial en el desarrollo económico, proporcionando en la actualidad más de 350.000 empleos en el sector renovable, tanto directos como indirectos. Para 2020, el GWEC prevé un aumento de esta cifra a más de 2 millones.

En este sentido, un informe elaborado por la Asociación Europea de Energía Eólica -EWEA- y publicado a finales de enero, señala que tan solo en la UE, el sector ha generado cada día 33 nuevos puestos de trabajo durante los últimos cinco años. El estudio prevé que los empleos relacionados con la energía eólica en la Unión Europea se doblarán de aquí a 2020, cuando habrá 32.000 personas trabajando en el sector, frente a las 154.000 a finales de 2007. Los tres países donde la energía eólica genera más puestos de trabajo son Dinamarca, Alemania y España, aunque Francia, Reino Unido e Italia están comenzando a acercarse tras un despegue más lento.

Mientras tanto, en España había a finales de 2007 un total de 20.781 empleos directos en el sector, cifra que subiría a los 37.70 si se cuentan los puestos de trabajo indirectos.

Un 32% de los empleos fijos se dedicaba a la fabricación de turbinas y componentes y un 31% a servicios especializados. El informe de EWEA prevé que la importancia de la energía eólica obtenida de molinos en alta mar crezca de forma progresiva hasta dominar las inversiones y el empleo para 2025.

Según este escenario, en 2025 habrá más trabajadores en la energía eólica en el mar que en la terrestre, y para 2030 habrá un total de 375.000 puestos de trabajo en el sector, de los que 215.000 se dedicarán a la eólica marina y 160.000 a la terrestre.

En su informe, la EWEA recalca que la energía eólica puede dar a la UE un impulso a la economía y a la generación de empleos a la vez que ofrece mayor independencia energética, así como más exploraciones vinculadas a la alta tecnología.

Por otra parte, a finales del 2008 y en función de los resultados del WEO, la Agencia Internacional de la Energía hacía un llamamiento de concienciación sobre la captura del viento como una de las soluciones principales frente al cambio climático. La IEA advertía de las funestas consecuencias mundiales de una respuesta inadecuada a la crisis climática, y abogaba por la necesidad de un rediseño radical del sistema energético mundial.

El Secretario General del Consejo Mundial de Energía Eólica, Steve Sawyer, comentaba: -la energía eólica puede proporcionar recortes sustanciales en las emisiones de CO2 en el sector eléctrico. Con la implementación de los marcos políticos adecuados, los inversores continuarán entrando en tropel en el sector, y la energía eólica podría ahorrar la emisión de un total de 10.000 millones de toneladas de CO2 en 2020. El claro imperativo científico para las negociaciones sobre el clima, pendientes de las decisiones de la cumbre de Poznan y de su conclusión en Copenhague, es llegar a un acuerdo que verá llevar a las emisiones mundiales a un pico y comenzar a disminuir antes de 2020, y el rápido despliegue de la energía eólica a nivel global será fundamental para lograr ese objetivo.

La industria eólica acoge con beneplácito el ajuste al alza de lEA, acercándose a las moderadas proyecciones del GWEC para una capacidad global instalada de más de 700.000 MW de energía eólica en 2020.

-El WEO sitúa firmemente, y por vez primera,  a la energía eólica dentro de la corriente del sector energético. Desde hace años, la energía eólica ha venido generando importantes cantidades de energía de forma fiable. El WEO 2008 reconoce tanto el crecimiento en energía eólica durante la última década, como el aumento de la demanda en el sector a medida que abordamos las amenazas del cambio climático, la inseguridad energética y la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles, comenta Arthouros Zervos, presidente del GWEC. -Sin embargo, como industria, creemos que la IEEA todavía es demasiado conservadora.

En el 2007, la energía eólica generó cerca de los 200 TWh de energía limpia en más de 70 países alrededor del globo, y su capacidad instalada ha ido creciendo a un promedio del 28% durante los legítimos 100 años, y ahora asciende a más de 100 GW. En 2020, la industria espera que esta cifra podría aumentar a más de 1.000 GW, produciendo unos 2.600 TWh de electricidad anual.

El WEO 2008 esboza un escenario de referencia así como dos escenarios alternativos basándose en las concentraciones de carbono en la atmósfera, uno de 550 ppm y otro más ambicioso de 450 ppm. La industria eólica acoge con satisfacción este enfoque, pero en unción de recientes estudios científicos queda claro que eso puede que no sea suficiente y que los niveles de emisión tendrán que seguir cayendo después de mediados de siglo.

El informe contempla el potencial mundial de la energía eólica hasta el 2050 y constata que podría desempeñar un papel clave para lograr una reducción de las emisiones hacia 2020, lo que según indica el Panel Intergubernamental del Cambio Climático, es necesario para evitar las peores consecuencias del cambio climático. Hacia 2020, la energía eólica podría ahorrar hasta 1.500 millones de toneladas de CO2 al año, que en ese plazo de tiempo, sumarían más de 10.000 millones de toneladas.

En diciembre se lanzó la campaña Wind Power Works durante la 14ª Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, que se inició en la ciudad polaca de Poznan. Para ello se formó una nueva coalición de proveedores de energía eólica y organizaciones no gubernamentales coordinada por el GWEC. Esta coalición se encargará de promover objetivos audaces de reducción de emisiones así como fomentar un rápido despliegue de la energía eólica por todo el mundo en un intento por lograr el objetivo fijado por el IPCC de lograr una disminución de las emisiones para 2020.

La campaña comenzará por eliminar los obstáculos políticos e infraestructurales a los que se enfrenta el rápido despliegue tecnológico del sector.

Steve Sawyer, secretario general del GWEC, afirmaba que -el mundo necesita electricidad a la vez que una reducción de las emisiones y esa solución es la energía eólica. Está funcionando ya en más de 70 países. Lo único que impide que pueda proporcionar más energía es la inacción de los gobiernos. Necesitamos alcanzar el objetivo establecido por el IPCC para reducir las emisiones o tendremos que hacer frente a las peores consecuencias del cambio climático. La energía eólica nos ayudará a lograr esa meta.

La campaña se comprometerá con los políticos y los gobiernos para hablar sobre las necesidades energéticas mundiales y el papel que está desempeñando la energía eólica en responder a esas necesidades, incluyendo el potencial de incrementar su contribución de forma masiva. -Como proveedores globales de soluciones energéticas eficientes, creemos que la energía eólica puede marcar una diferencia real en la reducción de las emisiones entre el momento presente y 2020. Lo que necesitamos ahora es la inequívoca voluntad política para comprender este enorme potencial, y pedimos a los gobiernos que actúen en consonancia con los compromisos que manifiesten en Poznan y Copenhage, dijo Andreas Nauen, CEO de Siemens Wind Power.

El vicepresidente de Relaciones Gubernamentales en Vestas Wind Systems, Peter Brun, comentaba: -Vestas es uno de los mayores fabricantes de aerogeneradores del mundo, a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático mediante tecnologías modernas y de última generación. Estamos apoyando la campaña Wind Power Works para incrementar la sensibilización acerca de los beneficios de la energía eólica, tanto ambientales como económicos. Por su parte, Carlos Gasco de Iberdrola Renovables, afirmaba que -como uno de los mayores propietarios de parques eólicos, sabemos que la energía eólica es fiable y rápida a la hora de desplegarse en grandes cantidades en prácticamente cualquier parte del mundo. Es una gran solución frente a los problemas energéticos a los que nos enfrentamos pero se ha de comprometer a cumplir los objetivos de reducción de emisiones para crear la necesaria confianza entre los inversores de cara a la próxima gran expansión.

La campaña se difundirá por todo el  mundo e incluye una serie de estudios de casos de energía eólica en acción para demostrar las soluciones que ofrece a los distintos desafíos energéticos.

A nivel nacional, la Asociación Empresarial Eólica (AEE) presentaba el uno de diciembre, en Madrid, el Estudio Macroeconómico del Impacto del Sector Eólico en España, elaborado por la consultora Deloitte. En este informe se daban a conocer de forma rigurosa y exhaustiva otras principales magnitudes económicas que conlleva el desarrollo de la energía eólica en nuestro país, como su efecto en la balanza fiscal (189 millones de euros) y comercial (2.550 millones de euros en exportaciones), el empleo (37.730 puestos de trabajo), su contribución a la autosuficiencia energética (5,7 MTEP evitados en importaciones de combustibles fósiles) y beneficios medioambientales (18.000.000 toneladas de CO2 evitadas).

El informe analizaba el impacto socioeconómico que la eólica ha tenido en España recientemente, centrado principalmente en el período 2003-2007, así como una previsión de su evolución futura a medio plazo con datos para 2010 y 2012, para lo que ha contado con los datos económicos de más del 95% de las empresas del sector y todo tipo de información estadística de distintos organismos y entidades.

La elaboración de este estudio permitía evaluar, cuantitativa y cualitativamente, los beneficios que se derivan de la generación de electricidad de origen eólico desde diferentes puntos de vista, fundamentalmente macroeconómico y social, medioambiental y como energía reductora de la dependencia energética.

El Informe macroeconómico del impacto del Sector Eólico en España pone en evidencia que hoy, la eólica, además de cubrir ya más del 10% de la demanda eléctrica, tiene una significativa aportación directa al Producto Interior Bruto, que en 2007 fue de 1.993 millones de euros -lo que representa un 0.21% del PIB. En el período analizado, 2003-2007, la tasa media anual de incremento fue del 16.5%. La contribución directa al PIB del sector eólico es superior a las de sectores como cuero y calzado (0.16%) y pesca (0.18%).

Por otro lado, es muy importante el arrastre de su actividad en empresas auxiliares, es decir, su aportación indirecta al PIB que en 2007 alcanzó el valor de 1.337 millones de euros, es decir, el 0.14%, y la previsión es que para 2010 sea de más de 1.836 millones de euros. En 2012 las previsiones apuntan a una cifra de2.235 millones de euros. El sector eólico tiene una mayor incidencia en sectores como la metalurgia, la fabricación de productos metálicos y maquinaria y materiales eléctricos. La previsión es llegar a representar una contribución total del 0.42% del PIB en 2010 y del 0.45% en 2012.

En cuanto al impacto global del sector eólico en el Producto Interior Bruto, fue en 007 de 3.270 millones de euros, un 0.35% del PIB, y la previsión para 2010 es que llegue a los 4.492 millones de euros, un 0.42% del PIB, y para 2012 se esperan 5.467 millones de euros, un 0.45% del PIB.

Por subsectores, la contribución directa al PIB es la siguiente para cada uno de ellos: promotores productores: 572 millones de euros; fabricantes de componentes: 456 millones de euros; servicios: 360 millones de euros.

El estudio ratifica el importante impacto de la eólica en la balanza comercial con exportaciones por valor de 2.550 millones de euros, por delante por ejemplo, del sector vinícola, que exporta por valor de 1.800 millones, y un balance comercial neto para el conjunto del sector de 947 millones. En cuanto a sus aportaciones fiscales, éstas sumaron en 2007 los 189 millones de euros con una contribución muy importante para la financiación de los ayuntamientos.

En cuanto al empleo, el estudio realizado por Deloitte  aseguraba que el sector eólico ofrece actualmente  20.781 empleos directos y 16.949 empleos indirectos. Las previsiones para 2012 son de más de 31.000 empleos directos, y otros 24.000 indirectos. El informe destaca que por cada unidad de PIB, la eólica crea más empleo que el conjunto del sector energético en atención a estos ratios: eólica 0,42 y el sector energético 0,34.

Otro de los aspectos analizados es el ahorro de emisiones de CO2, como principal ventaja ambiental, que alcanza las 18 millones de toneladas a partir de la sustitución de generación de centrales que emplean combustibles fósiles y que en 2007 dejó fuera 13.500 GWh de carbón, 12.500 GWh de ciclos combinados y 1.750 GWh de centrales de combustibles fósiles. Además, la eólica evitó la emisión de 11.132 toneladas de NOx y 33.817 toneladas de SO2.

Este desplazamiento de las tecnologías fósiles también se traduce en un ahorro de las importaciones de petróleo, gas y carbón por una cantidad de más de 5 millones de TEP evitadas que a los precios de 2007 supondrían unos 1.014 millones de euros.

Todas esas cifras, que en este estudio quedan reflejadas y bien analizadas, demuestran que las primas percibidas por la energía eólica -991 millones de euros en 2007- no sólo no suponen un sobrecoste, sino que son la mejor inversión para nuestro país.

José Donoso, presidente de AEE, declaró en la presentación del Estudio que -España, como otros países de nuestro entorno, ha recurrido a la energía eólica -y a otras renovables+ para poder generar kW con escasos impactos ambientales y sin tener que importar recursos energéticos fósiles de los que no se dispone, pero destacó que -Además, hemos creado un sector industrial sólido en una actividad con una gran futuro por delante y en el que henos situado a nuestro país en vanguardia.

Par concluir, añadió que en la grave situación actual por la que atraviesa la economía mundial, con una crisis financiera cuyas dimensiones todavía no se han delimitado y que afecta a la mayor parte de los sectores productivos, es un motivo de esperanza ofrecer los datos alentadores de un sector en crecimiento, que crea riqueza y es sólido: la industria eólica española.

Fuente: Eolus, número 1

 

 

 

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