España es una potencia mundial en energía eólica; de hecho el primer productor de electricidad eólica a nivel mundial es Iberdrola, seguido de cerca por Acciona; pero aún no hay un solo molino marino en la costa española.
Y existen proyectos por un total de 6 GW, equivalentes a la producción de seis centrales nucleares, que están esperando la aprobación de ciertos trámites administrativos por parte del estado. El embudo se encuentra, fundamentalmente, en la falta de publicación del mapa con las zonas propicias para este tipo de instalaciones, que está siendo elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente, que asegura que el retraso se debe a la complejidad técnica de su elaboración, dado que es necesario hacer seguimiento de los vientos durante un tiempo mínimo para asegurar que su frecuencia garantiza la viabilidad de un parque eólico. También se estudia el impacto sobre la fauna, la actividad pesquera y el tráfico marítimo. Aunque España dispone de mucha costa, no todas las zonas serán adecuadas para la instalación de los parques, debido a que el mar se vuelve profundo muy cerca de la costa, al contario que en otros países más pequeños como por ejemplo Dinamarca, que es actualmente aún líder en eólica marina.
La Asociación Empresarial Eólica estima que a partir de la aprobación de este mapa, aún se tarden varios años en ver la producción de la eólica marina en España.