16/10/2006 - 12:46h

Un uso masivo de la energía eólica reduciría el cambio climático

Greenpeace asegura que la energía eólica puede cubrir un tercio de la demanda eléctrica mundial en 2050, lo cual supondría evitar la emisión de 113 mil millones de toneladas de CO2
Más de un tercio de la electricidad mundial, incluyendo la de usos industriales, podría provenir de manera realista de la energía eólica para mediados de siglo, según el informe "Perspectivas globales de la energía eólica", editado en castellano por Greenpeace y el Consejo Mundial de Energía Eólica(1). El informe explica cómo la eólica podría proporcionar el 34% de la electricidad mundial para 2050. Y lo que es más importante, concluye que si se instalase toda esa potencia eólica se evitaría la emisión de 113 mil millones de toneladas de CO2 a la atmósfera para 2050. El informe sitúa firmemente a la eólica como una de las fuentes de energía más importantes del mundo en el siglo XXI.

A pesar de ese futuro prometedor y de que España es el segundo país del mundo en potencia eólica instalada, Greenpeace ha advertido de las amenazas que se ciernen sobre el futuro de la eólica en nuestro país, debido a la indefinición de la política energética del Gobierno, que mantiene en una completa incertidumbre las primas a esta energía limpia mientras bloquea el desarrollo que tienen planificadas las comunidades autónomas. De ahí que Greenpeace proponga una Ley de Energías Renovables que dé la estabilidad jurídica necesaria y asegure un retorno razonable a las inversiones.

"En vez de ver en la eólica la oportunidad de alcanzar un desarrollo sostenible y situar a nuestro país en una posición de liderazgo industrial mundial, el Ministerio de Industria se está dedicando a ponerle cada vez más zancadillas" -ha declarado José Luis García Ortega, responsable de la campaña de Energía de Greenpeace- "La reducción de emisiones necesaria para evitar un cambio climático peligroso sólo se logrará a tiempo con el concurso de la eólica a gran escala".

Las emisiones mundiales de CO2 deberían reducirse en un tercio para 2020 y a la mitad para 2050, lo cual sólo será posible si la eólica consigue un papel primordial en el sector eléctrico. La cuestión es si se ponen los medios para que ese papel primordial se alcance lo bastante pronto como para lograr el objetivo de evitar que la temperatura media mundial suba más de 2 grados. Por eso Greenpeace pide a los gobiernos que apoyen el desarrollo eólico mediante reformas del mercado eléctrico y eliminando las subvenciones a los combustibles fósiles y a la energía nuclear.

Además del cambio climático, otros retos tales como la seguridad de suministro energético, la creciente volatilidad de los precios de los combustibles fósiles y la creación de empleo son importantes motivos para optar por la eólica.

La energía eólica ha experimentado un gran crecimiento en los países de la OCDE, especialmente en EE.UU. y Europa, aunque también en países como China e India. El mercado mundial de energía eólica ha estado creciendo más rápido que ninguna otra fuente de energía renovable. Desde sólo 4.800 MW en 1995, el total mundial se ha multiplicado por más de doce para alcanzar 59.000 MW a finales de 2005. En 2006 se espera que el mercado internacional genere un retorno de más de 13 mil millones de euros y se estima que tenga 150.000 personas empleadas. El éxito de esta industria ha atraído inversores de las principales entidades financieras y de los sectores energéticos tradicionales.

Más información

Informe original de Greenpeace
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