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Durante el pasado año, entraron en funcionamiento más de 8.300 instalaciones, consolidando así a España como segundo país europeo, por detrás de Alemania, y en el cuarto a nivel mundial. Según ASIF, la industria española fotovoltaica tiene tal potencial que sería capaz de cubrir el 10% del mercado mundial.

Los datos de la asociación indican que esta tendencia positiva se va a mantener durante este año, e incluso se espera que mejore en los próximos, gracias al desarrollo en la fabricación de la materia prima de polisilicio.

Por otra parte, la patronal fotovoltaica afirma que se está consiguiendo reducir un 5% al año los costes de producción, gracias a la eficiencia en la fabricación de módulos y en los avances significativos en I+D+i.

Con este panorama el sector está tranquilo en cuanto a cumplir los objetivos marcados por el Plan de Energías Renovables, de llegar a una potencia instalada de 400MW en 2010, cifra que la ASIF cree que se podrá conseguir ya a finales de 2008.