El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, ha señalado que la energía fotovoltaica es "relativamente cara", ya que tiene un coste de 44 céntimos de euro por kilovatio, frente a los 9 céntimos de la eólica y a los 5 céntimos de la generada por régimen ordinario.
Por este motivo, Clos ha pedido a los productores de fotovoltaica que hagan "un esfuerzo necesario de inversión" para reducir sus costes, ya que esta tecnología es "insostenible" desde el punto de vista económico. A esto, Clos ha añadido que el marco regulador no puede garantizar en el futuro "un precio que es diez veces mayor que el precio promedio".
El ministro ha alertado que, si no se bajan los costes, "las tarifas tendrían que subir en unas cantidades que la gente no está muy dispuesta a pagar".