Niños catalanes usan una cocina solar para hacerse la comida
La plaza de Can Palet se convirtió ayer por la mañana en un improvisado y peculiar horno para pizzas. Y es que una veintena de chicos chicas, que disfrutan del 'Casal d'estiu' en el esplai de Can Palet, tuvieron la oportunidad de experimentar con la energía solar, probando sus posibles aplicaciones gastronómicas.
En poco más de media hora y con la ayuda de sus supervisoras, los niños prepararon cuatro exquisitas pizzas cocidas tan sólo con el calor procedente del Sol y unas cajas de cartón y aluminio. La elevada temperatura que había a las 11 dela mañana (32 grados en la sombra) colaboró a que la actividad se llevara a cabo con éxito.
El experimento demostró que el calor obtenido de los rayos del Sol es una energía tan válida para cocinar como el gas o la leña. Eso fue lo que explicó José Arribas, encargado de coordinar este laboratorio culinario tan especial. Él es miembro de Intiam-Ruai, una agrupación especializada en ingeniería y formación en energías renovables.
Arribas ha ofrecido varias sesiones pedagógicas para niñas, explicando diversos usos de la energía solar. Actualmente, además, coordina un proyecto para Eco-unión llamado 'Bici-nostrum', para promover la bicicleta como medio de transporte en Barcelona.
Las cajas de cocción llegaron a alcanzar los 120ºC -un horno convencional suele usarse a unos 220º). "Es una energía limpia y barata", destaca Arribas. "Lógicamente, tarda un poco más en cocinar que los hornos que tenemos en casa, pero vale la pena, porque el calor es natural, y los alimentos saben un poco mejor". También afirmó que 'al ser una temperatura moderada, podríamos dejar la comida en la cocina solar toda la mañana y no se quemaría".
Después de una breve explicación introductoria por parte de Arribas, el taller continuó en una de las salas del centro cívico Alcalde Morera En ella, los participantes pudieron fabricar ellos mismos una cocina solar, y todos lo consiguieron con una habilidad asombrosa. Además, comprobaron que para tener una no se necesitan materiales sofiscicados, basta un poco de cartulina y papel de aluminio.
La jornada concluyó con la comida de las pizzas recién hechas. Las nubes de última hora de la mañana impidieron que quedaran muy crujientes, pero el resultado fue bastante satisfactorio. Arribas concluyó diciendo que se podía cocinar cualquier tipo de comida con este sistema, 'salvo que queramos gratinar los alimentos o que necesiten mucho calor para cocerse, como el caldo, por ejemplo'. Aún así, recordó que 'ya se están desarrollando otros sistemas de cocina solar, como los espejos parabólicos, que son capaces de llegar a trescientos grados centígrados'.
Fuente: Diari de Terrassa, 13 de julio de 2006