18/03/2008 - 09:00h

El Ayuntamiento de Cornellà, Iberhogar y la Fundació Terra impulsan el Espai Solar

El reflector solar Scheffler está perfectamento integrado en la terraza del edificio modernista del Museo de la Ciencia y la Técnica de Terrassa.La Fundación Terra y la empresa Iberhogar, bajo el amparo del Ayuntamiento de Cornellà, firmaron el pasado martes un convenio de colaboración que permitirá a la Fundación desarrollar acciones de divulgación y experimentación sobre la energía solar en un local cedido por la promotora inmobiliaria. El proyecto que se llevará a cabo en Cornellà se denomina Espacio Solar-Centro Europeo de Tecnologías Solares Apropiadas.
 
 

El Ayuntamiento de Cornellà, a través de la empresa municipal Precsa, ha hecho confluir su interés en la protección del medio ambiente y la promoción de la sostenibilidad, con el trabajo de la Fundación Terra, y con la disposición de la empresa Iberhogar a colaborar cediendo un local a la Fundación dónde desarrolle estos trabajos vinculados a la divulgación y promoción de las tecnologías solares.

El local, de 344 metros cuadrados, estará junto a la carretera de Esplugues, en el Pasaje de la Plàsmica s/n de Cornellà; se cede por un periodo de tres años, desde ahora hasta el 2010. La Fundación Terra queda autorizada a ocuparlo por medio de los convenios firmados hoy, y adaptar los accesos y el espacio disponible a sus necesidades.

El proyecto que desarrollará la Fundación Terra en este equipamiento recibe el nombre de Espacio Solar-Centro Europeo de Tecnologías Solares Apropiadas, la actividad del cual pretende ser la difusión e implementación de las tecnologías solares de reflexión, así como otras energías renovables complementarias: un taller de ensamblaje y venta de cocinas solares con piezas que se están fabricando en Cornellà, experimentación sobre los denominados reflectores solares Schleffler, y aulas de divulgación sobre energías renovables.

La Fundación Terra, una entidad sin ánimo de lucro, considera que esta promoción pretende despertar el interés por las tecnologías existentes asequibles, y facilitar el acceso a ellas. Su principal objetivo es informar y acercar las aplicaciones útiles al ámbito doméstico y cotidiano: por ejemplo, cocinas solares o los mencionados reflectores solares.

La estrella del espacio serán los reflectores, inventados por Wolfgang Scheffler en 1986, que permitirán obtener energía aplicable a la vida cotidiana (como para calentar la comida en una cocina) y también usos industriales como tintorería, limpieza de piezas a presión y secado de lodos de depuradora.

El Espacio Solar aspira a convertirse en el primero en Europa que fabrique reflectores de 16 metros cuadrados, capaces de generar 3.000 watios de potencia. Los aparatos de Schleffler están pensados "para personas sin recursos", dice Miralles, por lo que no se han implantado en Europa pero triunfan en la India. El modelo de reflector con pantalla utilitaria de Cornellà --con un diámetro de 1,60 metros-- será de aluminio y atenderá el consumo local.

El principal uso del reflector doméstico es como cocina exterior. "Es una especie de barbacoa solar", explica Marta Pahissa, ingeniera de la Fundació Terra. El artilugio es capaz de cocinar un plato elaborado en un tiempo similar al de una vitrocerámica. La intención es fabricar anualmente entre 100 y 200 cocinas solares, que tendrían un precio de venta de entre 180 y 200 euros.

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