8/03/2010 - 11:06h

El etiquetado energético para los sistemas térmicos será aprobado en menos de un año.

Etiqueta energética para sistemas térmicos de energía solar

Rojo para malo, verde para bueno. Los consumidores europeos hace tiempo que son conscientes de las etiquetas energéticas de los electrodomésticos, que aparte de colores, ofrecen letras. En el futuro, los calentadores y calderas también incluirán estas etiquetas.  La Comisión Europea está actualmente esbozando las reglas para implantar el esquema.

La Unión europea quiere ir eliminando los dispositivos más ineficaces del mercado, tal y como está haciendo con las bombillas incandescentes. Se calcula que en 2013, las mejores calderas de condensación de hoy en día serán convertidas en el estándard mínimo de eficiencia energética.

Esto es una buena idea porque los calentadores y calderas tienen un enorme potencial de ahorro, y no sólo de calor, sino tamibén de electricidad, ya que muchos países europeos utilizan calentadores eléctricos. Este proceso también contribuirá a la armonización del mercado europeo.

Los sistemas de calefacción o los calentadores para el agua son, al contrario que las televisiones u otros aparatos domésticos, sistemas más complejos, y que pueden producir dolores de cabeza a los instaladores de sistemas solares de agua caliente. Un ejemplo es que la etiqueta sólo se aplicará a sistemas completos, de forma que sólo los fabricantes que ofrezcan productos en todo el rango, podrán disponer de la etiqueta energética en el sector solar. Y no es probable que los consumidores comprendan que un sistema solar de agua caliente con un acumulador de la marca A y un colector de la marca B, que no podrá tener etiqueta energética, puede ser tan eficiente como un sistema de un fabricante único. Y eso le da al proveedor del sistema completo una ventaja competitiva. Y un peligro adicional es que puede ser que en algunos países la etiqueta energética sea un prerequisito imprescindible para conseguir las subvenciones. Y eso puede dejar a la mayor parte de los fabricantes de sistemas solares fuera de órbita, porque el único sistema completo en sí mismo es el termosifónico. El resto, necesitan un equipo auxiliar.

la Asociación Europea Solar Térmica se ha dado cuenta del problema que supone esta situación, y ya se ha reunido con la Comisión Europea, que a su vez, ha dejado una puerta abierta, al crear otra etiqueta a nivel de instalación que combine una caldera y un sistema solar de fabricantes diferentes.

Y esto sonaba bien, pero también presenta sus problema. Originalmente, Un Instituto Independiente iba a probar cada combinación de sistema solar y caldera, lo que significaba en el fondo, tres combinaciones diferentes: los paneles, el acu y la caldera. Pero está claro que Bruselas no se va a tomar la molestia de probar  las cientos de combinaciones que ofrece el mercado; se usarán programs de simulación para hacer una evalucación de sistema completo utilizando datos provinientes de cada sistema individual.

El problema es que entonces nos encontraremos con tres etiquetas diferentes: una para el sistema solar, otra para las calderas o calentadores, y una tercera del instalador. No se trata de un sistema muy transparente. Y la cosa se complica cuando vemos que hay que tener el cuenta las regiones cliáticas. Un sistema termosifónico con resistencia eléctrica puede ser eficiente en las Islas Canarias, donde apenas se utilizará la resistencia eléctrica, pero desde luego que no es un sistema recomendable para Suecia. Y esto debe estar reflejado en  la etiqueta.

Los sistemas recibirán una letra de la A a la G, como en los electrodomésticos.  Además, estarán disponibles las A+, A++, A+++ para los sistemas más eficientes. Representantes de la industria Europea de la Calefacción consideran que las calderas de condensación deben obtener una A, porque ahora los consmidores dan por sentado que menos que una A es poco eficiente. Un sistema con caldera de condensación y y colector solar para agua caliente podría obtener entonces una A+.

Pero en algunos países europeos, sin embargo, el requerimiento mínimo ya alcanza eso, por lo que sería necesario algo más para obtener una A.  De esta forma, la caldera de condensación más el sistema solar de agua caliente conformarían juntos una A+.

Y aún teniendo en cuenta que aún no existe base legislativa para la etiqueta de instaladores y que quedan muchas dudas, como las ya expuestas, se supone que las etiquetas ecologicas para este tipo de instalaciones serán aprobadas en aproximadamente un año. No hay forma de parar el carro; ahora el reto consiste en intentar influenciar el proceso desde el sector.

Fuente: Sun and Wind Energy, enero 2010.
 

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