En este sentido se manifestó el conseller tras la reunión mantenida con el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y los consejeros del resto de autonomías, en la que Flores manifestó que la pretensión del Gobierno de bajar las tarifas de 0,43 euros por kilovatio a por debajo de los 0,30 euros, harían "inviable" que se pudieran instalar dichas placas. Por ello, el conseller destacó que, junto con la intención de limitar la producción hasta 300 megavatios al año, cuando las expectativas de 2008 son de 800, el problema sería "gordísimo".
Flores destacó que en la reunión han planteado una postura en la "defensa" de la red fotovoltaica en la Comunitat, ya que la región se sitúa como la segunda autonomía con mayor implantación por kilómetro cuadrado, ya que la media es de un kilovatio, y en Valencia y Castellón se superan los cuatro y en Alicante se acercan a un total de ocho. En este sentido destacó que la Comunitat cuenta con el 15% de toda la instalación fotovoltaica en el país.
Asimismo, el conseller indicó que la región cuenta con cuatro plantas de fabricación de placas "muy importantes" que producen un 40% de lo que se consume en el país, cuya producción ha sido de 600 megavatios. En este sentido, destacó que la región cuenta con más de 2.300 instalaciones que aportan al sistema eléctrico una potencia de 90.000 kilovatios.
Para el Conseller, la Comunitat está por la labor de "apostar por una energía limpia y renovable", por lo que no les parece "de recibo" que quieran limitar las tarifas de esa manera. En este sentido, destacó que la región ha arraigado mucho el tema fotovoltaico y la medida puede ser "traumática" porque podrían desaparecer muchas fábricas para hacer las placas fotovoltaicas y consultoras que se dedican a colocar dichas placas.
Ante las propuestas, según señaló el conseller, el ministro no les ha contestado nada todavía, y explicó que, si finalmente no se aceptan, las empresas tendrán que "adaptarse" a las nuevas condiciones de desarrollo energético de España.
Finalmente, Flores indicó que salen de la reunión con una "sensación extraña", ya que consideró que no es un momento en el sector energético de ir "contra" las energías renovables, sino que es momento de "apoyarlas".