1/09/2009 - 11:04h

Energía solar desde el espacio: una posibilidad cada vez más cercana

Fotovoltaica en el espacioHace cuarenta años, científicos estadounidenses soñaron con recoger la energía del sol en el espacio exterior y enviarla a la Tierra. Ahora, los avances de la tecnología, la necesidad de frenar el cambio climático, y un mayor interés de los militares estadounidenses están acercando la visión a la realidad.

Foto: NASA

 
La energía solar en la Tierra tiene dos limitaciones: la noche y las  nubes. En el espacio exterior, sin embargo, el sol brilla siempre. Hace dos años, el Pentágono emitió un informe recomendando el desarrollo de la energía solar espacial. Hace un año, los ingenieros hicieron un pequeño pero existoso exerimento utilizando algunas de las técnicas que requeriría este tipo de fotovoltaica: transformar la electricidad en microondas, y emitiéndolas a 92 millas, donde se recibieron 20 MWh de electricidad.

A principios de año, Solare Corporation, una empresa californiana firmó un contrato con pacific Gas y Electric para suministrar 200 MW de electricidad -aproximadamente la mitad de la producción de una gtérmica- en 2016 mediante instalaciones fotovoltaicas situadas en el espacio. Varias empresas estadounidenses más han anunciado su intención de lanzar satélites solares propios.

Hay dudas sobre la tecnología, y hay buenas razones paa ello: implica lanzar varios satélites de gran tamaño al espacio, utilizar robots para ensamblar la planta, transmitir la electricidad 30.000 km a través del espacio, y luego convertir las microondas en electricidad.

El hecho es,sin embargo, que todo esto es posible gracias a la evolución de la técnica durante los últimos años. Esto implica tecnología más barata, materiales más baratos y estables, desarrollo considerable de la tecnología roboica de ensamblaje, células solares más eficintes, aparatos digitales más exactos y emisores y receptores de microondas mucho más potentes.

Técnicamente es posible, pero la cuestión es si se trata de un sistema rentable: poner en órbita un sistema experimental de 10 MW costaría 10.000 millones de dólares. Las empresas interesadas tienen en cuenta una cosa: debido al cambio climático, emitir CO2 resultará más caro tarde o temprano, porque se impondrán impuestos a las emisiones. A partir de ese momento, quizás sí resulte rentable la fotovoltaica en órbita.

El motivo por el que el ejército de EEUU está interasado en esta tecnología es simple: cuando las tropas están en regiones remotas, necesitan generadores para disponer de electricidad; y esto supone un trasiego importante de camiones con el combustible, lo que implica una logística, soldados custodiándolo, aviación para protegerlo, y toda una logística a tener en cuenta. Recibir la energía desde el espacio les da una autonomía total, y además, no revela sus posiciones. Esta es una alternativa valiosa para el ejército, a pesar de que resulte más costosa.

Que los militares se decidan por usar la fotovoltaica espacial podría ayudar a desarrollarla, como ha ocurrido ya con otros muchos inventos que tuvieron origen militar, como por ejemplo, el bolígrafo. Su utilización militar desarrolla el invento y abarata sus costes. Algo de bueno tiene que tener el ejército...

Fuente: Soliclima
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