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Estrategias de diversificación en el mercado fotovoltaico: reducir las emisiones de CO2 durante la fabricación de los módulos

En el cambiante mercado actual, los fabricantes de módulos fotovoltaicos necesitan buenas razones para convencer a sus clientes potenciales de que sus productos son mejores que los de la competencia. La empresa noruega REC ha atacado el problema de forma muy directa.

Desde que fue fundada en 196 como un productor de obleas, se ha ido introduciendo en todos los sectores necesarios para la producción de módulos como producto final, y ahora lo controla todo, desde la producción de silicio hasta el ensamblaje final del módulo.

En el cuartel general de la empresa, en Oslo, se asegura que la placa ahorra en un año todo el CO2 que fue necesario para su producción, porcentaje que aseguran que es el menor de todo el mercado fotovoltaico. Este tiempo, que es el que necesita la placa para generar toda la energía que fue necesaria para su producción, es diferente en función de dónde se instale. En el sur de Europa, donde la radiación es más elevada, se asegura que ese tiempo es de un año y medio. Según un estudio que realizó la Universidad de Utrech, los módulos de REC ya eran los más provechosos del mercado en 1997.

La nueva fábrica de esta empresa, que estará situada en EEUU, será construida siguiendo unos criterios que la permitan reducir aún más estas cifras. Por ejemplo el silano, se producirá usando el método de reactor de capa fluidizada, que permite ahorrar un 80% de energía frente a los proceso de Siemens, por ejemplo.       En los reactores de Siemens, que son usados por la mayor parte de los productores de módulos de silicio policristalino, el silicio se coloca en aras que están a 500 grados más que las paredes correspondientes.  En el método que sigue REC, sin embargo, la temperatura es mucho más baja.

Se esperan mayores ahorros a través hornos de cristalización de los lingores, que cristalizan de tres a cuatro más que los hornos convencionales en cada ciclo. REC también aplica una cantidad menor de alumino y cristal en cada módulo. Así mismo, la empresa instala sus fábricas en lugares donde buena parte de la energía que necesitan viene suministrada por la energía hidroeléctrica. Y la energía es el mayor coste en la producción de paneles fotovoltaicos, asegura  un directivo de la empresa.

Esta empresa afirma asimismo que no pretende vender los módulos gracias sólo a sus argumentos ecológicos, sino también debido a la calidad de los mismos.