Según el Worldwatch, “la producción de células fotovoltaicas se ha multiplicado por seis desde 2000 y creció en un 41% sólo en 2006”. El instituto añade que, “aunque la energía solar vertida a red aún representa menos de un 1% del mix energético mundial, se incrementó en un 50% en 2006 hasta llegar a los 5.000 MW, impulsada por el boom de los mercados alemán y japonés”.
En cuanto a la escasez de silicio, materia esencial en estos momentos para fabricar las placas, el instituto se muestra optimista: “esta situación cambiará en los próximos dos años en función de la progresiva entrada de nuevas unidades de producción [de silicio] de más de una docena de empresas en Europa, China, Japón y EEUU”. Por su parte, el instituto Prometheus considera que los avances tecnológicos (la producción de células de película fina) y el incremento de la oferta de polisilicio permitirá que se reduzcan “los costes de manera rápida, previsiblemente en más de un 40% en los próximos tres años”.
En este sentido, China se muestra como uno de los mercados que en un futuro próximo tendrá mucho que decir, gracias a la producción de equipos de bajo coste; de hecho, en 2006 China adelantó a EEUU y se convirtió en el tercer productor de células mundial, por detrás de Alemania y Japón.