En el noroeste de la montañosa provincia China de Yunnan, entre las áreas de mayor biodiversidad del , mundo, está teniendo lugar una revolución verde entre los habitantes de las zonas rurales.
Esta región, donde cruzan tres de los mayores ríos asiáticos, -el Yangtze, Mekong y Salween- es pobre, y la fuente de energía más utilizada ha sido siembre la leña, tanto para cocinar como para calefactar el medio millón de hogares. Pero ahora, esta dependencia de la leña supone una amenaza a los bosques de esta zona.
El estatus de Zhang de líder del pueblo le convirtieron en la elección lógica para introducir las renovables en este territorio. Teniéndole de modelo, The nature conservancy ha sido capaz de persuadir a otros habitantes del pueblo de invertir su limitado presupuesto en estos dispositivos. Ahora hay cientos de hogares utilizando biogas, energía solar o incluso ambos a la vez. En todo el territorio cubierto por este proyecto, hay 14.000 unidades de algunas de estas instalaciones. La mayor parte de estos pueblos están situados en zonas remotas y no tienen acceso a la red eléctrica.
El proyecto involucra no sólo la utilización de las energías renovables, sino también la financiación, y el fomento de actividades empresariales.
El uso de la leña tiene dos efectos negativos sobre la población: por un lado están los efectos sobre la salud, dado que el humo suele causar enfermedades respiratorias; por otro lado, la búsqueda de leña aleja a los miembros de las familias dedicados a ellos de actividades más lucrativas, o incluso de la formación, cuando lo hacen los niños. La familia de Zhang ahorra ahora, según sus cálculos 100 días laborables al año gracias a los sistemas renovables. Además, aprovecha los residuos secos resultantes de la miniplanta de biogas para su negocio, que consiste en un invernadero.
Fuente: CNN