Últimamente oímos hablar mucho de renovables, y a menudo, por motivos desagradables. Que si "fraudes", que si retroactividad, que si cobran mucho... Debemos preguntarnos qué es lo que se encuentra detrás de esa fachada. Responde Jose Luis García Ortega, Responsable Proyectos Energía Limpia de Greenpeace España.
Viendo las crecientes descalificaciones y ataques que, desde las grandes eléctricas hasta el propio Gobierno, están soltando últimamente contra las renovables, parece que estamos en el mundo al revés. Antes se creía que las renovables eran algo simbólico, pequeño (y por ello simpático), que de ninguna manera podría ser alternativa ni problema para las “verdaderas” y “seguras” fuentes de energía de toda la vida, y por eso éstas eran irrenunciables. Ahora el argumento es el contrario: las renovables producen demasiado (argumento que se disfraza de “cuestan demasiado”, como si las otras no costasen nada, pero como contaminar es gratis…) y por eso hay que evitar que sigan creciendo.
Lo que está ocurriendo en España es muy importante, ya que nuestro país es un excelente modelo (de lo que se dio cuenta hasta Obama) que demuestra cómo es posible el crecimiento a gran escala de las renovables y su integración en el sistema eléctrico.
En los últimos meses hemos visto sucederse un récord detrás de otro en la producción de energía limpia. En 2009, el 26% de la electricidad que se consumió en España fue renovable, el 14% de ella eólica, mientras que la nuclear tan sólo pudo aportar un 19%. Este mes de marzo, la electricidad renovable alcanzó el 45,1% de toda la producida en España: la hidráulica aportó el 24,2% (gracias a un invierno muy lluvioso, el doble de lo normal), la eólica el 19,7% y la solar el 2% (¡en invierno!). En la primera semana de marzo, las renovables suministraron más del 60% de la demanda eléctrica española. Y si nos fijamos en la eólica en particular, ésta ya ha superado varias veces el “imposible” límite del 50% de la demanda, destacando el récord de la madrugada del 30 de diciembre, cuando a las 3:50 la generación eólica cubrió el 54,1% de la demanda.
Todas estas cifras se quedan antiguas a velocidad de vértigo, de forma que quien quiera conocer los datos en tiempo real puede consultar la página del operador del sistema eléctrica (Red Eléctrica).
¿Qué significa todo esto para el medio ambiente y para el clima? Las emisiones españolas bajaron en más de un 45% en el primer trimestre del año, mientras que la demanda de electricidad fue prácticamente igual a la del año pasado, lo que significa que la bajada de emisiones no se puede atribuir a la crisis, sino al significativo cambio del mix de generación de electricidad con muchas más renovables, como destacó la propia Secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera. Según ella, y estamos de acuerdo, esto demuestra que luchar contra el cambio climático “es posible”. Gracias a las renovables, la demanda de gas natural bajó en un 10,5% en 2009 respecto a 2008, y las centrales térmicas de carbón han estado, y están, más tiempo paradas que funcionando.
Sin embargo, ahora que la generación con energías renovables es lo bastante grande y empieza a desplazar a la energía sucia, es cuando aquellos que se ven desplazados no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados viendo escaparse sus tradicionales beneficios y poder. Y contraatacan, como estamos viendo. ¿Quiénes son? Así como en Estados Unidos Greenpeace ha documentado que las petroleras están detrás de la campaña negacionista del cambio climático y del frente contra las renovables, en España la principal reacción contra el crecimiento de las renovables viene de:
En fin, que la batalla de las renovables no ha hecho más que comenzar, y sólo acabará cuando el 100% de nuestra energía sea renovable. ¡A por ellos!