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Células solares de una nueva clase elaborados por el instituto Fraunhofer (en Alemania), podrán en adelante ser serigrafiadas con una extensa gama de colores y motivos con el fin de integrarse más fácilmente en la concepción de los edificios (ventanas, fachadas, etc).
 

 

 

 

El prototipo fabricado por los investigadores de Fraunhofer es de color ámbar. No obstante, será posible producir módulos en otros tonos, o incluso imprimir imágenes y texto de modo que sirva de elemento decorativo. Estas nuevas perspectivas abren la vía a nuevos ámbitos de aplicación.

Por ejemplo, en vez de instalar los paneles solares sobre el techo de un edificio, estos nuevos módulos podrían venir a integrarse sobre fachadas de vidrio. Utilizada de esta forma, esta tecnología original podría hacer las veces de persiana o elemento de decoración (logotipo, publicidad, etc.) tras producir al mismo tiempo electricidad.

"No vemos la célula solar con colorante como un competidor de la célula en silicio clásica", afirma Andreas Hinsch, físico del instituto Fraunhofer. En efecto, el inconveniente principal del prototipo sigue siendo su pobre resultado. Alcanza solamente un rendimiento del 4%, lo que sigue siendo insuficiente con relación a las células solares de silicio cristalino.