El edificio, de una empresa dedicada a la reparación y venta para la industria del vidrio, está en construcción en el polígono empresarial Lalín 2000.
Comparado con el gasoil, este sistema permite un ahorro que ronda el 70%; o del 60%, en el caso del gas, según las cifras que maneja el sector. Las instalaciones geotérmicas son habituales en los países nórdicos, donde también se fabrican la gran mayoría de las calderas que se instalan en el resto de Europa.
A finales del 2006, las empresas instaladoras estimaban que al menos medio millar de viviendas ya empleaban en la región sistemas de climatización geotérmica. La cifra ha ido creciendo y la empresa lucense Tecgal, que opera en todo el territorio gallego, tiene en previsión preparar este año más de quince bombas de calor geotérmicas, la gran mayoría fabricadas en Suecia.
A los servicios de agua sanitaria caliente, refrigeración y calefacción se suman otras prestaciones, como la domótica. Para realizar una captación vertical es necesario realizar perforaciones (pozos), mientras que la horizontal requiere abrir una zanja de aproximadamente 1,5 metros de profundidad.
Con una dilatada experiencia en el sector de las energías renovables, José Otero, de la empresa Isempa, de Palas de Rei, destaca el ahorro de consumo que representa esta energía, además del interés de los arquitectos y de los consumidores por conocer las últimas novedades. Asegura que algunos negocios agrícolas también han apostado por la energía geotérmica para poner en marcha naves avícolas en Ourense y Lugo, principalmente.
El Código Técnico de la Edificación regula las exigencias básicas de calidad que deben cumplir los edificios para satisfacer los requisitos básicos de seguridad y habitabilidad, además de los requerimientos mínimos de ahorro de energía. Desde la Consellería de Innovación han autorizado alrededor de 1.460 subvenciones, dotadas con 4.018.000 euros, para proyectos particulares de energías renovables.
La cuantía más importante es la que concentra los planes de solar térmica -2.250.000 euros- para los que las ayudas máximas cubren hasta el 37% del coste total. Para instalar calderas de biomasa, la Xunta destinará 976.247 euros (la subvención máxima cubre el 30% del coste); para proyectos de energía fotovoltaica en red, 600.000 euros (un máximo del 10%); y para fotovoltaica aislada (autoconsumo), 191.809 euros. En este bloque, las ayudas públicas pueden llegar a costear el 50% de la obra.
A falta de datos concretos, desde la consellería apuntan que el 80% de las subvenciones para fomentar la aplicación de las energías renovables corresponden a proyectos de energía solar térmica. Desde la Consellería de Industria reconocen que los planes de energía geotérmica, con bombas de calor, no se incluyen en esta convocatoria de ayudas, sino en el programa de ahorro energético.
Fuente:
La Voz de Galicia.