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23/04/2008 - 09:10h

El Basque Centre on Climate Change se pondrá en marcha en septiembre

Euskadi contará con el primer centro internacional sobre el cambio climático en el Estado español. Euskadi dispondrá desde septiembre de este año del primer centro de investigación sobre el cambio climático en el Estado, en el que 20 investigadores de diferentes disciplinas estudiarán las consecuencias de la crisis ambiental y las posibles fórmulas para paliar sus efectos. La iniciativa, que contará con un presupuesto de tres millones de euros anuales, ha sido puesta en marcha por Ikerbasque, Ihobe y la UPV.
El nuevo centro de investigación que se llamará Basque Centre on Climate Change, BC3, ha sido presentado esta mañana en Bilbao por los consejeros de Educación y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Tontxu Campos y Esther Larrañaga respectivamente, por el rector de la UPV, Juan Ignacio Pérez, y por el director científico del proyecto, Anil Markandya, profesor de la Universidad Británica de Bath y miembro del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).

La Fundación Vasca para la Investigación Científica, Ikerbasque, será la encargada de seleccionar a los 20 investigadores medioambientales que estarán liderados por el profesor Markandya, quien a su vez ha sido seleccionado de entre nueve candidaturas por un comité de evaluación externo al sistema vasco de ciencia.

Según ha explicado el director del proyecto, el centro contribuirá a definir en qué consiste el cambio climático y cómo afrontarlo para que ese conocimiento sirva de base para el desarrollo de futuras políticas en orden a afrontar la crisis ambiental.

La consejera de Medio Ambiente ha resaltado que con este centro, Euskadi "va a disponer de una oportunidad única para reforzar los objetivos globales en materia de competividad e innovación y de conocimiento sobre los efectos del cambio climático en nuestra comunidad".

La consejera ha aprovechado su intervención para exigir al Gobierno de Zapatero y a la nueva ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, la transferencia de la competencia en innovación.

El rector de la UPV por su parte ha valorado el centro como un "paso muy significativo" para la universidad que le permitirá "participar en la investigación que se desarrollará en áreas en las que, por sus propios medios, la universidad tiene limitaciones para poder hacer". En este sentido, el rector de la UPV ha destacado la importancia del nuevo "desde el punto de vista de las posibilidades que le da a la universidad de cara a la formación de su propio personal, de los investigadores y del alumnado".

Las áreas de especialización del BC3 serán cuatro. El estudio de los Modelos de Circulación General de la Atmósfera (MCG), para obtener predicciones sobre los resultados que determinados cambios atmosféricos podrían generar sobre el clima; el estudio de los Modelos Integrados de Cambio Climático (MICC), que establecen las consecuencias sociales y económicas sobre un territorio concreto de los impactos físicos del cambio climático; las consecuencias socioeconómicas de las posibles medias que se quieran implantar para mitigar los efectos del cambio climático; y por último, se investigará en efectos sobre la salud, sistemas costeros, ecosistemas, producción agrícola, gestión de los recursos hídricos así como la interrelación entre la adaptación y la mitigación.

El BC3 nace como una asociación sin ánimo de lucro cuyos socios fundadores son Ihobe, Ikerbasque y la UPV. El centro contará con una financiación anual de tres millones de euros anuales que procederán del Gobierno Vasco, Ihobe e Ikerbasque, aunque según ha manifestado trabajarán también con instituciones europeas con el fin de atraer otros recursos financieros.

El centro contará con sede en el futuro parque científico de la UPV, aunque temporalmente su ubicación estará en Gran Vía 35. Se espera que BC3 esté plenamente operativo en septiembre de este año.
 
¿Qué es un BERC?

Los Centros de Investigación Básica y de Excelencia (BERC) son entidades de investigación que tienen por objetivo aglutinar a los principales expertos mundiales en una determinada materia científica y que, por tanto, se constituyen con la clara vocación de funcionar como entidades de referencia internacional en la generación de conocimiento en el área específica donde desarrollan su investigación.

Para lograr resultados competitivos y de un alto valor añadido, estos centros cuentan, además de con un equipo científico de primer nivel, con una gestión administrativa orientada a resultados, así como con un programa de actividades a largo plazo que les permite operar con rigurosidad e independencia.

Al trabajar bajo parámetros de excelencia y conformar grupos de trabajo capaces de desarrollar líneas de investigación novedosas y de gran valor añadido, los BERC también funcionan como polos de atracción de talento y de recursos, tanto humanos como materiales.

En resumen, los objetivos estratégicos (y claves del éxito) de los Centros de Investigación Básica y de Excelencia se basan en la especialización en cuanto a las líneas de investigación; los investigadores excelentes dotados de excelentes instalaciones y medios para desarrollar su trabajo; estabilidad en la planificación de los planes de investigación y desarrollo, que será siempre a medio o largo plazo; integración con la Universidad y las redes de investigadores del entorno donde se ubica; el 'networking', es decir la creación y participación activa en redes de centros de similares características y niveles de profesionalización; y, por último, el equilibrio entre la investigación propia y la realizada en colaboración con otros organismos.

¿Qué es el BERC en Cambio Climático BC3?

El BC3 estudiará, de la mano de investigadores reconocidos a nivel internacional por su Excelencia, las consecuencias de la crisis ambiental y las posibles fórmulas para paliar sus efectos, así como la planificación de las medidas de adaptación social y económica al cambio climático.

Las áreas de especialización del Basque Centre on Climate Change serán:

Los Modelos de Circulación General de la atmósfera (MCG). Los MCG son representaciones de los principales procesos físicos que ocurren en la atmósfera y sus interacciones. Su estudio permite obtener predicciones sobre los resultados que determinados cambios atmosféricos (como el incremento de la concentración de CO2) podrían generar sobre el clima. Esta línea de investigación se desarrollará fundamentalmente en colaboración con el  Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés), el organismo creado por la ONU para paliar la crisis ambiental. Gracias a sus conclusiones, el IPCC podrá ajustar los MCG que utiliza en la actualidad a predicciones más concretas, más regionales.

Los Modelos Integrados de Cambio Climático (MICC). Los MICC establecen las consecuencias sociales y económicas sobre un territorio concreto de los impactos físicos del Cambio Climático. La aplicación de estos modelos a regiones muy especificadas (como comunidades autónomas) otorga una gran fiabilidad a las predicciones y supone una novedad de gran valor añadido incluso dentro del propio Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático. Para su desarrollo es preciso contar con especialistas de materias tan diversas como climatología, matemáticas, economía o sociología.

Las implicaciones sociales y económicas del Cambio Climático. El BC3 investigará las consecuencias socioeconómicas de las posibles medidas que se quieran implantar para mitigar los efectos de la crisis ambiental. Se trata de una materia multidisciplinal que abarca desde los efectos del Cambio Climático en la salud y calidad de vida de los habitantes de una región hasta su repercusión en el Producto Interior Bruto, el empleo, la industria, el turismo, el transporte... El conocimiento exhaustivo de estas implicaciones es básico para asegurar la eficiencia y equidad de los acuerdos internacionales en materia medioambiental.

Valoración de impacto y vulnerabilidad. En línea con la agenda de investigación definida por el IPCC, en el Centro vasco de cambio climático se investigará en: efectos sobre la salud, sistemas costeros, ecosistemas, producción agrícola, gestión de los recursos hídricos así como la interrelación entre la adaptación y la mitigación. Este área, dada su amplitud temática, requerirá de una priorización a cargo del Comité Científico Asesor Internacional.

El BC3 nace como una asociación sin ánimo de lucro abierta a la participación de nuevos socios que se sumen a los socios fundadores, que son Ikerbasque (dependiente del Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco), Ihobe (dependiente del Departamento de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio) y  la Universidad del País Vasco.

Para lograr unos resultados sobresalientes en una cuestión que no sólo tiene una trascendencia vital para la conservación del entorno, sino que además resulta fundamental para el desarrollo económico mundial y que goza de un cada vez mayor calado social, el BERC de Cambio Climático contará con un presupuesto de tres millones de euros anuales. Estos fondos  procederán del Gobierno Vasco, Ihobe, Ikerbasque, las aportaciones de los socios que se adhieran al proyecto, el mecenazgo y otros programas competitivos de las administraciones española y europea.

Los gestores del BC3, tanto los científicos como los económicos, deberán trabajar por atraer a la entidad recursos financieros, que podrán provenir tanto del exterior -fruto de ese reconocimiento a nivel mundial como centro de referencia en un campo concreto de investigación-, como del entorno local, que también apreciará y apoyará al BERC por el valor añadido que aporta a su tejido empresarial. Este modelo, aún muy novedoso entre nosotros, ya ha cosechado éxitos en otros ámbitos de investigación y regiones y países como Cataluña, Austria, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Irlanda y Nueva Zelanda.

Para cumplir los cupos establecidos en el plan económico, el BC3 deberá competir con centros similares para hacerse con contratos públicos (procedentes de cualquier Administración, estatal o extranjera) y tendrá que trabajar para clientes propios y, por tanto, desarrollar investigaciones para otros organismos y empresas. Además, este Centro pionero destinará una parte de sus esfuerzos a la investigación solidaria, es decir, la realizada para países del tercer mundo o en vías de desarrollo.

Equipo de investigación de Excelencia

La reputación internacional del BC3 depende en primer lugar del equipo científico que desarrolle su trabajo en él. Al operar bajo parámetros de excelencia y conformar grupos de trabajo capaces de desarrollar líneas de investigación novedosas y de gran valor añadido, los BERC también funcionan como polos de atracción de talento y financiación. La alta cualificación de los componentes del equipo responsable del BERC en Cambio Climático queda patente con la elección de quien será su director científico: Anil Markandya.

El profesor británico de origen pakistaní Anil Markandya es doctor en Economía del Medio Ambiente por la London School of Economics y en la actualidad imparte clases en la Universidad de Bath (Reino Unido). Su candidatura ha sido seleccionada entre otras nueve presentadas para hacerse cargo de la dirección científica de este proyecto. La elección ha corrido a cargo de un comité de evaluación externo al Sistema Vasco de Ciencia, que ha valorado la amplia experiencia de Markandya como asesor habitual de instituciones como el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO).

Markandya es además miembro del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), organismo creado por la ONU para paliar la crisis ambiental y que recibió el año pasado el Premio Nobel de la Paz junto al ex vicepresidente estadounidense Al Gore. Dentro del IPCC, Markandya ha sido director de uno de los capítulos de los informes presentados por el Grupo de Trabajo III, unos documentos que han creado opinión sobre cómo mitigar los efectos del Cambio Climático. El director científico del BERC es, además, autor, junto a David Pearce y Edward Barbier, de 'Los límites del crecimiento', un texto pionero (escrito en 1972) que aborda la necesidad de estudiar y actuar frente a la crisis ambiental.

Markandya será el primer responsable de la contratación del resto del equipo científico, que estará compuesto por aproximadamente 20 investigadores y para los que Ikerbasque ya ha puesto en marcha un proceso de selección internacional.

El BC3 contará con sede en el futuro parque científico de la UPV, desde donde podrá aprovechar sinergias con el sistema universitario. Temporalmente, la ubicación del centro estará en Gran Vía 35.

Repercusión social de la creación del BC3

El funcionamiento y los logros obtenidos en el BC3 tendrán claras implicaciones para todos los agentes implicados en su creación. El Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco contará con una herramienta para la capacitación del Sistema Vasco de Ciencia y Tecnología, mientras que la Universidad del País Vasco podrá, gracias a este Centro de Investigación, consolidar  y buscar  apoyos para los equipos de investigación y programas de postgrado que ya trabajan en esta disciplina dentro del ámbito del sistema universitario vasco.

Por otro lado, el Ejecutivo autonómico, desde su Departamento de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, obtendrá con el BC3 un apoyo fundamental en la elaboración de políticas (y no sólo medioambientales). Además, el Centro evidenciará la intención del Gobierno Vasco de consolidar a la comunidad autónoma como una de las regiones más comprometidas con la lucha contra el Cambio Climático. Para la Sociedad Pública de Gestión Ambiental (Ihobe) la constitución del BERC supone un espaldarazo para la implantación de la Estrategia Ambiental Vasca de Desarrollo Sostenible 2002-2020.

Estos beneficios se extenderán a la sociedad vasca en su conjunto ya que el hecho de contar en Euskadi con un organismo de referencia en la lucha contra el Cambio Climático servirá para concienciar a la ciudadanía sobre las consecuencias futuras del deterioro del entorno. Además, hay que tener en cuenta que la crisis ambiental generará un cambio en el modelo social y económico, y que, si están bien informados, los ciudadanos vascos podrán aprovechar para transformar los retos en oportunidades.

 

Relación con la comunidad científica internacional

Las ventajas de la creación del BC3 para la comunidad científica internacional también son evidentes; supondrá la oportunidad de trabajar o colaborar con un equipo pionero en un entorno atractivo. De hecho, el Comité Científico Asesor del BERC considera fundamental fomentar la movilidad y el intercambio de investigadores, así como la realización conjunta de programas de formación y la organización de eventos encaminados a la difusión del conocimiento generado en el centro.

Además, el BC3 desarrollará vínculos permanentes y compartirá proyectos con otros organismos similares de cualquier parte del mundo, así como con iniciativas puntuales dirigidas a desarrollar trabajos específicos. En esta línea, el BERC participará activamente en la comunidad que impulsará el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (European Institute of Innovation and Technology, EIIT) y sus responsables ya han iniciado  contactos con, entre otros, la Fundación ENI Enrico Matei, centro italiano especializado en desarrollo sostenible; con el Energy and Resources Institute de Nueva Delhi, institución que dirige Rajendra Pachauri, presidente a su vez del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas; y con el profesor Nicholas Stern en la London School of Economics, que ha estudiado por encargo del Gobierno británico las consecuencias económicas del Cambio Climático. Esta actividad internacional contribuirá a que el País Vasco participe con nombre propio en las redes internacionales de conocimiento y adquiera reputación como enclave científico.

La labor de Ikerbasque

Desde el mismo día de su creación, en enero del año pasado, Ikerbasque, la Fundación Vasca para la Ciencia, identificó como uno de sus objetivos inmediatos la puesta en marcha de Centros de Investigación Básica y de Excelencia. De este modo, la creación del BC3 se enmarca dentro de las actuaciones previstas por el Gobierno Vasco para establecer nuevas capacidades de investigación en Euskadi y posicionar a la comunidad autónoma como uno de los referentes del desarrollo científico europeo.

En su Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación (PCTI) para el período 2007-2010, el Ejecutivo asume que el futuro económico y social del País Vasco está profundamente ligado al desarrollo de su capacidad de innovación científica y, en consecuencia, se marca una serie de objetivos encaminados a facilitar que la ciencia tome el relevo a la tecnología y se erija en el motor de la llamada 'segunda transformación socioeconómica vasca'. Así, el Gobierno Vasco dibujó una hoja de ruta para su política científica ideada para que Euskadi en su conjunto, desde sus administraciones, universidades y empresas, se conciencie de que ya no vale sólo con investigar; además, hay que investigar con calidad.

Con esta máxima, y tomando como modelo algunas de las directrices marcadas por el Consejo Europeo de Investigación (European Research Council, ERC), el Gobierno autonómico decidió promover a través de la Dirección de Política Científica la creación de Ikerbasque, que estaría integrada en el Departamento de Educación, Universidades e Investigación y tomaría el papel dinamizador del Sistema Vasco de Ciencia. La contribución de la Fundación a este ambicioso objetivo estratégico  es la búsqueda y atracción permanente de talento desde cualquier parte del mundo y la creación en Euskadi de entornos que garanticen a estos investigadores científicos de alta cualificación las condiciones idóneas para desarrollar sus proyectos.
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