Un reciente estudio financiado por la Unión Europea ha llegado a la conclusión de que muchas de las medidas adoptadas para mejorar la calidad del aire no siempre consiguen su objetivo.
La Legislación de la calidad del aire italiana se aprobó en 1999 para cumplir la Directiva Europea de Calidad de Aire de 1996. Cada autoridad administrativa de las regiones italianas desarrollaron su propio plan regional para alcanzar los objetivos generales, de forma que cda región adoptó un set diferente de medidas; existen medidas técnicas, tales como las mediciones objetivas mediante sensores, y medidas no técnicas, tales como fomentar cambios de comportamiento en los habitantes de la zona. Los cambios de comportamiento en los individuos y sociedad se reconocen ya como parte integrante de la gestión medioambiental, y juegan un rol importante a la hora de optimizar la calidad del aire.
En el estudio, los investigadores evaluaron en qué medida reducían las emisiones nocivas las medidas técnicas y las no técnicas. Para hacerlo, aplicaron el modelo italiano RAINs, centrándose en el dióxido de sulfuro, los óxidos de nitrógeno y las partículas en suspensión, entre otros materiales.
Uno de los objetivos de este estudio es compliar una lista de medidas técnicas y no técnicas usadas en las regiones italianas, que puedan llevar a una conclusión sobre el éxito de las diferentes estrategias de reducción de emisiones. En cuanto a las medidas no técnicas, es decir, el fomento de comportanmientos diferentes en la gente, los investigadores obsrvaron que las mismas medidas tenían efectos muy diversos en las diferentes regiones italianas. Esto refleja la dependencia de este tipo de gestión medioambiental de la idiosincrasia del grupo donde se lleva a cabo.
En lo que se refiere al transporte por carretera, por ejemplo, la mayor parte de las medidas eran no técnicas, por ejemplo fomentar compartir el coche. El conjunto de medidas tomadas en todas las regiones alcanzaron una contribución total en la reducción de emisiones de un 28,3% para las partículas en suspensión, y de un 81,1% para los óxidos de nitrógeno. La medida más efectiva para la reducción de las partículas en suspensión en toda Italia fue el fomento de la eficiencia de estufas y hogares de leña, aunque esta medida sólo fue tomada por dos regiones italianas.
Para los óxidos de nitrógeno, una medida no técnica que ofrecía incentivos a los vehículos diésel, consiguió reducir un 31,4% las emisiones de óxidos de nitrógeno en toda Italia, a pesar, atención, de que esta medida sólo fue adoptada por una región. En contraste con este descubrimiento, también se averiguó que una de las medidas más frecuentemente adoptadas "zonas de baja emisión", adoptada por siete regiones, sólo contribuyó a reducir en un 2,3% del total las emisiones de óxido de nitrógeno del transporte. El análisis subraya cómo las medidas de mayor potencial para la reducción de emisiones nos siempre son las medidas más puestas en práctica.
Los investigadores concluyen que las medidas técnicas no son suficientes para reducir las emisiones en la cantidad necesaria, por lo que es imprescindible fomentar el cambio de comportamiento de la sociedad para conseguirlo.
Para saber más podéis escribir a ilaria.delia@enea.it
Fuente: Unión Europea