La llegada a Barcelona de un congreso de esta envergadura, reconocido internacionalmente por su eficiencia al abrir oportunidades de financiación para las empresas que participan, es una muestra del crecimiento del sector de la biotecnología en Catalunya. De hecho, es para fomentar este crecimiento y para consolidarlo que hace más de un año se constituyó Biocat, un organismo impulsado por la Generalitat y formado por instituciones públicas y empresas del sector.
Según Montserrat Vendrell, directora general de Biocat, hay sesenta empresas de biotecnología en Catalunya, aunque son muy nuevas, casi todas constituidas después del año 2000. El ritmo de crecimiento del sector, además, continúa siendo muy alto: el 2007 se abrieron doce nuevas. Pero ahora el envite es que se consoliden y puedan continuar creciendo; para ello, Biocat promueve la formación de directivos para este tipo de empresas. Según el presidente de Biocat, Manel Balcells, faltan buenos gestores con conocimientos del sector de la biotecnología; por eso se ha pensado en la posibilidad de ayudar económicamente a las empresas que los tengan que hacer venir de fuera.
Balcells considera que, si se hacen las cosas bien, Catalunya podría ser en pocos años una de las regiones europeas más importantes en el campo de la biotecnología. De hecho, Biocat incluso trabaja para que el área de Ciencias de la Vida del futuro Instituto Europeo de Tecnología (IET) se dirija desde Catalunya. A esta propuesta, es preciso sumar la candidatura de Sant Cugat a ser la sede del
IET, que tiene que competir con ciudades como Liubliana (Eslovenia) o la propuesta conjunta de Viena (Austria) y Bratislava (Eslovaquia).