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1/06/2006 - 16:21h

El ITER

Justo cuando el debate sobre la necesidad de acabar con la moratoria nuclear y reactivas los planes de construcción de centrales atómicas está recobrando actualidad, la Unión Europea conjuga también la perspectiva de la fusión nuclear. Las acutales centrales térmicas se basan en la fisión del átomo, el ITER en su fusión, se acerca mucho más a lo que se suele considerar la panacea energética: suministro ilimitado, barato y limpio de combustible.

Mediante la fusión los científicos afirman que ésa panacesa se ha logrado: combustible accesible (agua), de precio no elevado y bajocoste en el medio ambiente. Al mirar una estrella sólo observamos su luz, pero en su interior se producen las reacciones de fusión de los núcleos de elementos ligeros; esto es lo que genera la energía que las hace radiar. Sobre esta ecuación se sustenta el ITER.

No es un descubrimiento nuevo, su aplicación práctica resulta bien conocida. La devastadora bomba H se basa en las mismas reacciones, pero lño que desea ahora el consorcio internacional que compone este proyecto -UE, Suiza, Japón, EEUU, Rusia, China y Corea del Sur- es domesticarlas para extraer del agua -o de parte de sus átomos- energía que cubra con suficiencia las necesidades económicas y el suministro para millones de consumidores.

Los líderes europeos saben que la consideración de panacea empleada por una gran parte de lacomunidad científica seguramente es excesiva y que con este proecto no se solventarán todos los problemas energéticos. Sin embargo, la apuesta de Europa por el ITER es firme, puesto que aunque no cubra la totalidad de las carencias, sí supone una etapa crucial en tal sentido.

Más allá del enorme interés que desde el punto de vista de la generación energética posee la fusión, la construcción de este simulador lleva parejo una formidable repercusión en su propio desarrollo. El proyecto conlleva el descomunal gasto total de 10.000 millones de euros y supone la movilización de ingentes recursos que se espera estimulen la actividad industrial y, fundamentalmente, la innovación tecnológica, a la postre la raíz de la Estrategia de Lisboa para relanzar la competitividad en la economía europea.

'El ITER, cuando se concluya -se espra que empiece a estar operativo en 2016- posibilitará una fuente de energía inagotable y limpia. Pero su carácter aún de promesa a largo plazo y su complejidad recomiendan seguir desarrollando otras fuentes de energía alternativas', asegura el comisario de Energía, Andris Piegalbs.

España en el ITER

España tiene una notable presencia en el ITER de la mano del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), uno de cuyos departamentos es el Laboratorio Nacional de Fusión por Confinamiento Magnético.

La Existencia de este laboratorio hizo posible una significativa propuesta para ue el proyecto se construyera en nuestro país, en Vandellós, ciudad que durante un tiempo estuvo disputando la sede del ITER con la ciudad francesa de Cadarache, que finalmente es donde se construirá. Para ello, Francia tendrá que asumir ella sola nada menos que el 50% del coste total del proyecto. Además, la UE tiene el compromiso de que el centro administrativo se establezca en España, en Barcelona, un centro que tendrá amplias responsabilidades en la definición y asignación de contratos industriales para los componentes y servicios financiados por Europa y que otorgará a nuestro país la gestión de unos 2.000 millones de euros.

Los científicos afirman que un reactor de fusión carecerá del riesgo de las centrales nucleares tradicionales, no producirá residuos peligrosos activos durante cientos de años, y generaría cantidades ingentes de energía. Los cálculos que hacen los técnicos de la Comisión Europea estiman que con el hidrógeno procedente del agua que cabe en una bañera, la fusión podría satisfacer las necesidades energéticas de una familia durante 30 años.

Pero el reto es igualmente enorme. Para lograr este objetivo de generación de energía hay que construir hornos de altísimas temperaturas, como el corazón del Sol o más aún, que funcionen de modo continuado para producir energía de manera constante. No vale la opción de la bomba H, dado que libera toda su potencia de golpe. El reto está en controlar a deseo del hombre esa misma potencia. La UE está convencida de haberlo conseguido con el ITER.

La otra gran apuesta energética europea es la pila de combustible. Se trata de producir hidrógeno a partir del agua. Luego este hidrógeno en la pila reaccion con oxígeno y libera energía, produciendo agua, un residuo no contaminante. Esta opción está bastante más avanzada y la CE espera que las primeras aplicaciones para equipos electrónicos puedan imponerse en el mercado en los próximos años, antes del final de esta década.

Fuente: El Nuevo Lunes, 25 de mayo de 2006

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