El Centro Tecnológico del Calzado y del Plástico de Alhama de Murcia se encuentra en estos momentos investigando la mejora de los bioplásticos, mucho más ecológicos que el plástico convencional, procedente del petróleo
El plástico es casi la base de los materiales de productos de consumo en occidente; ahora mismo no nos imaginamos la vida cotidiana sin ellos debido a la abundancia de su consumo: las bolsas donde llevamos la compra, los envases de los alimentos, y la mayoría de los objetos de uso cotidiano se fabrican con esta sustancia. Las ventajas que ha ofrecido y que ha generalizado su uso han sido una producción barata, la facilidad para darle forma y color, hacerlo rígido o flexible e imprimirlo. Pero a pesar de sus múltiples ventajas, tienen dos inconvenientes que acabarán con su uso a medio plazo. Su procedencia del petróleo y su carácter no biodegradable dejan claro que el plástico tiene un futuro negro.
Ya se están desarrollando investigaciones para desarrollar nuevos materiales que puedan sustituirlo; una de esta investigaciones se está desarrollando en Murcia, concretamente en el Centro Tecnológico del Calzado y del Plástico de Alhama, donde se estudian los bioplásticos, los plásticos obtenidos a partir de sustancias vegetales como la patata o el maíz. Este material es biodegradable y los productos fabricados con él podrían reciclarse posteriormente para fabricar compost.
De hecho los bioplásticos ya están en el mercado siendo usados sobre todo como envases para alimentos, pero son mejorables porque no son suficientemente herméticos. Presentan también otro inconvenientes, y es que ahora mismo se fabrican a partir de vegetales que son alimentos, por lo que pueden presentar a medio plazo el problema del alza de precios si se generaliza su uso, como ha ocurrido con los biocombustibles.
El CETEC está analizando la forma de mejorar productos ya comercializados. Fuensanta Monzó, la responsable del Laboratorio del CETEC, ha manifestado a este respecto que "no estamos desarrollando el 'bioplástico' como tal, sino que estamos mejorando las cualidades del 'bioplástico' añadiéndole una serie de aditivos para mejorar sus propiedades". Según Monzó, la investigación para el desarrollo del bioplástico se realiza fundamentalmente en EEUU, donde tienen el objetivo principal de encontrar una materia prima sostenible.