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26/07/2006 - 12:22h

La ONU sitúa a Asturias como territorio idóneo para la captura de CO2

El grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (IPCC), creado por la Organización Meteorológica Mundial y el programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente, ha elaborado un informe sobre las técnicas de captura de CO2 y las posibilidades que tiene cada región para servir de almacén de dióxido de carbono. El estudio coloca a Asturias en muy buena posición al reconocer que tiene cuencas sedimentaris susceptibles de utilizarse como depósito de CO2.

En su escala de valoración, sitúa a estas cuencas, mayoritariamente acuíferos salinos, como suficiente potencial, sólo superadas por algunas regiones de América del Norte, África y Asia, que ocupan los mejores puestos por considerarse cuencas sedimentarias con alto potencial.

El informe ha sido elaborado por 25 expertos, entre los que se encuentra el investigador español Juan Carlos Abanades, que trabaja en el Instituto del Carbón.

"Donde no hay cuenca sedimentaria, seguro que no hay petróleo ni gas ni acuíferos donde meter nada. España no se considera como una zona de gran prospectividad, pero sí tiene acuíferos salinos y éste es el caso de la cuenca asturiana", explicó Abanades. Junto acon Asturias, el mapa que ha elaborado el grupo destaca también otras zonas españolas, como el Mediterráneo, con opciones de servir de almacenamiento de dióxido de carbono.

El mapa es gentileza de Geoscience Australia, que se basa en las posibilidades de que haya un lugar de almacenamiento apropiado en una zona determinada, que se realiza sobre la base de la información disponible. Consiste en analizar las zonas propectivas de cuencas sedimentarias en las que pueden encontrarse formaciones salinas, yacimientos de petróleo y gas o capas de carbón apropiados para servir de almacenamiento de CO2. El caso asturiano destaca principalmente por la existencia de acuíferos salinos.

Éste y otros informes mundiales han revolucionado el mercado. Muchas empresas están trabajando en optimizar los almacenamientos e incluso desarrollar proyectos que permitan reducir las emisiones. Según confirmó Abanades, en California ya se trabaja en la construcción de una planta de emisiones "cero" de 450 megavatios, cuyo CO2 se va a almacenar en el subsuelo. Alemania le sigue de cerca. También prepara una planta de emisiones "cero" en la que se ha interesado una de las eléctricas más importantes de Europa. En Asturias, Hunosa proyecta instalar una planta de captura de CO2 en La Pereda, en Mieres.

España no ha perdido el tren pero avanza con cierto retraso respecto de otros países europeos y del resto del mundo. A la cabeza de sus investigaciones se encuentra el Instituto del Carbón de Asturias, que trabaja en el desarrollo de una tecnología que permita reducir los costes de la captura o secuestro de CO2, uno de los principales obstáculos para que esta metodología emergente tenga éxito y se convierta en una práctica habitual de las empresas que producen emisiones de gases de efecto invernadero. Su tecnología consiste en aplicar procesos de carbonatación y calcinación para separar el CO2 de un gas. "En un recipiente capturo CO2 con óxido de calcio y lo separo del gas, y en otro recipiente calcino y saco el CO2", explicó Abanades.

Las investigaciones del Incar están muy avanzadas y su previsión es que en menos de un año exista ya una planta piloto de demostración sobre captura y separación de CO2 con costes más asequibles. El instituto dispone ya de datos en su laboratorio de pruebas -algunos ensayos se hicieron incluso en Canadá-, pero el prototipo completo no estará listo hasta finales de año. El Incar ya está colaborando con Endesa, el Instituto Geológico y Minero de España y la Universidad de Oviedo para experimentar a escala real un almacenamiento de CO2. "Primero se hará en pequeño y luego se transformará en una planta. Se están analizando todas las posibilidades de captura. Lo que más dinero cuesta es, precisamente, la separación del CO2",confirmó Abanades. La empresa minera Hunosa también está involucrada en esta investigación, como un proyecto clave de su plan de diversificación.

Expertos del Instituto Nacional del Carbón han advertido en repetidas ocasiones que las actuales técnicas de captura y almacenamiento de CO2 son difíciles de aplicar en las centrales asturianas por su elevado coste. Por lo que consideran que es necesaria la implicación de las administraciones públicas.

Fuente: B.F.G, La nueva España, 23 de Julio de 2006

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