Según el Ministro, con estas empresas ganaremos todos. No tienen coste para el cliente, sino todo lo contrario porque se beneficia de una menor factura energética, lo que no impide que no le reporte beneficios a estas empresas. Además, según ha subrayado el ministro, tampoco tiene coste para la Hacienda pública, sino que le reportará más ingresos vía cotizaciones sociales o impuesto de sociedades, derivados de la actividad económica generada por estas empresas.
A la pregunta de quién paga todo esto si no tiene coste para el cliente, la respuesta, según el ministro, está en que cada vez que encendemos la luz o la calefacción, enviamos parte de nuestra renta a los países suministradores de petróleo y gas natural. Son estos países - ha destacado Sebastián- los que -pagarán los ahorros de los clientes y los beneficios de las empresas de servicios energéticos.