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El Ministerio de Industria ha sancionado por tres faltas muy graves a la central nuclear Vadellós II, por importe total de unos 1,5 millones de euros, el más alto que se la haya impuesto nunca a una central de este tipo en España.

Vandellos 2 ha sido sancionada debido a los problemas generados por la rotura de una boca de hombre del tren B del sistema de agua de servicios esenciales -una cañería que sirve para refrigerar el reactor. Este incidente fue calificado, tras una dura batalla política, de nivel 2 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares, lo que tiene dos posibles significados: incidentes con cambio significativo en los recursos de seguridad, pero con suficiente defensa para hacer frente a los fallos adicionales.

Incluía sucesos donde los fallos reales los clasificarían como 1, pero que revelaban significativas deficiencias en la organización o en la cultura de la seguridad o bien "sucesos que producen dosis a trabajadores por encima de los límites anuales y/o conduce a la presencia de cantidades significativas de radiactividad en áreas no previstas y que requiere acciones correctivas", según informó en su día el Consejo de Seguridad Nuclear.

El incidente había sido detectado el 25 de agosto del pasado año y se calificó inicialmente con un nivel 0, es decir, sin trascendencia para la seguridad. En octubre pasó a ser recalificado como 1 y el CSN acabó otorgándole un 2 en mayo, lo que lo convirtió en el suceso más grave en las centrales nucleares españolas desde 1992.

Tras detectar esta avería en la central nuclear de Vadellós II, el CSN reforzó aún más, si cabe, los controles de seguridad en esta central.

Fuente: Rubén Esteller, El economista, 2 de Agosto de 2006