Esto no significa que cada país deba alcanzar un 20% de forma independiente, sino que se calculará cual deberá ser su aportación en función de diferentes criterios, como la renta per cápita, el porcentaje de renovables de que dispone ahora, y las posibilidades naturales que ofrezca el país de generar este tipo de energía.
Suecia, por ejemplo, deberá alcanzar un 49% del total de energía consumida en su territorio, una cifra muy elevada, pero es que en este país, un 39% de la energía utilizada hoy en día ya procede de fuentes renovables. Letonia también tiene un listón alto, deberá pasar del 34,9% actual a un 42%. Bélgica y Luxemburgo, que ahora mismo sólo aportan un 1%, sólo deberán alcanzar un 13% y un 11% respectivamente.
España simplemente debe conseguir la media europea, un 20% frente al 8,7% actual.