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Nuevos impuestos a los automóviles

Según se desprende de las intenciones del Ejecutivo español y del Parlamento Europeo, el impuesto de matriculación está condenado a ser sustituido por otro que penalice a los vehículos más contaminantes.

Por un lado, el Gobierno español pretende introducir, antes de acabar la legislatura, una normativa que penalice fiscalmente a los automóviles de mayores emisiones tóxicas.

Por otro lado, el Parlamento Europeo mismo tiene intenciones de elaborar una directiva que sustituya al impuesto de circulación por otro que tenga en cuenta el efecto medioambiental de los coches que conducen los europeos, lo cual no es baladí, si se tiene en cuenta que el 28% de las emisiones de CO2 de la UE provienen del transporte.

Tanto el ejecutivo español como Parlamento Europeo esperan que estas medidas sirvan para presionar a la industria del motor a fabricar modelos más ecológicos, y para fomentar el renove del parque automovilístico.

Quienes probablemente no estén muy de acuerdo con la medida serán las autonomías españolas, que recibieron la transferencia del impuesto de circulación en 2002, y que ingresan anualmente 1.375 millones de euros en 2005 gracias a este tributo.