La capital china es una de las ciudades más contaminadas del mundo.
Sólo los vehículos con una emisión inferior a 2,7 gramos de CO/km podrán circular por las principales calles de Pekín; para circular con unas emisiones mayores, será necesario solicitar un permiso especial.
Otras ciudades chinas, como Shangai y Guangzhou, van a aprobar medidas semejantes.