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El municipio barcelonés de Terrassa se plantea ampliar la ordenanza solar e instaurar la obligación de instalar sistemas solares fotovoltaicos en todo edificio de nueva construcción, además de los colectores térmicos.

Una ordenanza de 2002 reguló la incorporación de sistemas de aprovechamiento ativo de energía solar térmica para la producción de agua caliente sanitaria y el calentamiento de piscinas cubiertas en los edificios y construcciones del término municipal.Los resultados han sido espectaculares. De 700 m2 de placas se pasó en 2005 a 11.331; de una producción energética anual de 420.000 MWt, a 6.798.534; y d euna reducción anual de emisiones de CO2 a la atmósfera de 62.097 kg., a 1.018.283 (se considera el supuesto de que se sustituye gas natural).

Las estadísticas han acabado de convencer a los responsables municipales, ya con una filosofía clara de apostar por un modelo de sociedad sostenible. Ramón Arribas, concejal de Medio Ambiente, anunció la voluntad de renovar la ordenanza y hacerla extensible a la energía solar fotovoltaica. El edil remarcó que se estudiará y que no hay nada todavía decidido. En el caso de la térmica, se obliga a colocar placas a las nuevas promociones de más de ocho viviendas, lo que está cambiando el paisaje del municipio.

Fuente: Diari de Terrassa, 4 de abril de 2006