"Tiene todo mi apoyo por su muy buena gestión". El presidente de la Generalitat, José Montilla, blindó hace un mes, según La Vanguardia, con estas palabras al conseller de Medi Ambient, Francesc Baltasar, ante los ataques de la oposición durante la crisis de la sequía. Ahora el president ha hecho lo mismo ante las presiones de Iniciativa per Catalunya, el partido de Baltasar. Fue el propio Joan Saura, conseller de Interior y presidente de ICV quien tanteó al president sobre la destitución del conseller.
Pero Presidència de la Generalitat ha
desmentido la noticia de La Vanguardia casi al mismo tiempo que Antonio Bolaño, su jefe de Comunicación, dimitía de su cargo.
Según el periódico barcelonés, con la vista puesta en la asamblea que los ecosocialistas celebrarán en otoño, Saura planteó a Montilla hace unos días la posibilidad de relevar al controvertido Baltasar, eso sí, dentro de una remodelación más extensa del Govern tripartito, que el presidente de la Generalitat no está dispuesto a llevar a cabo, al menos, de momento.
Aunque la hipótesis de una crisis de gobierno la daban por descontada miembros de las tres fuerzas del tripartito, Montilla, satisfecho con el trabajo de sus consellers, no es partidario de abrir una caja de Pandora para satisfacer las necesidades de Saura, algo que, de rebote, podría desembocar en la enésima crisis interna entre las familias de ERC. De hecho, en el PSC se asume que el president mantenga la composición del actual gobierno hasta el final de la legislatura. Y es que, hombre de costumbres, Montilla sólo hizo cambios por causas de fuerza mayor en sus equipos de gobierno durante sus 19 años de alcalde de Cornellà.
Más aún, Montilla está especialmente agradecido al conseller Baltasar, pragmático donde los haya, por su entrega en el episodio de sequía sufrida en Catalunya durante la primavera y por el "coraje" de haber asumido responsablemente soluciones a la crisis de difícil encaje político en el ideario de los ecologistas, el trasvase de agua del Ebro.
Pero aunque las lluvias evitaron la ejecución de la obra, la polémica actuación de Baltasar ha encrespado el debate interno en las filas ecosocialistas hasta el punto de que en la asamblea que celebrarán del 21 al 23 de noviembre se cuestionará el papel de ICV en el Govern y se planteará tanto la necesidad de marcar distancias con el PSC, como la renovación de la cúpula dirigente. Y aunque Saura se presenta de nuevo a la reelección y no se prevén candidaturas alternativas, el líder ecosocialista sí que siente en su cuello el aliento del sector más joven de la dirección del partido - con Joan Herrera al frente, Raül Romeva, Dolors Camats o Laia Ortiz- que reclama renovación sin tapujos. De hecho, Herrera es uno de los damnificados del aviso electoral que sufrieron los ecosocialistas el pasado 9 de marzo y, partidario de relanzar el proyecto, podría optar a ocupar la secretaría general que hoy ocupa el histórico Jordi Guillot.
Saura controló a los más críticos en un tenso Consell nacional el pasado mes de mayo, pero la asunción de errores en la gestión de la sequía y la defensa de su papel y del propio Baltasar en el Govern no ha sido suficiente. De hecho, la demanda de relevo del conseller a Montilla fue acompañada de propuesta de posibles sustitutos, el alcalde de El Prat, Luis Tejedor, o incluso el actual secretario general de Interior, Joan Boada.