En los próximos cinco años se podría llegar a instalar más de un billón de vatios de energía renovable en todo el mundo. Esta es la predicción que hace la Agencia Internacional de Energía (AIE). Hay que tener en cuenta que un billón de vatios es más que toda la capacidad de generación que tiene actualmente la Unión Europea.
El factor de inflexión se causo en 2015 cuando se empezó a necesitar más gigavatios originados con energía limpia que con los tradicionales combustibles fósiles, es decir el petróleo, el gas y el carbón. Pero adherido a estas buenas perspectivas, se advierte que el apoyo gubernamental y el diseño del mercado son primordiales para garantizar que estas energías continúen recibiendo inversión y vayan en aumento.
Cuando la AIE se refiere a energías limpias abarca la energía solar, la eólica, hidroeléctrica y, también, la nuclear. Se prevé que la energía hidroeléctrica llegue a prolongar hasta un 12 por ciento en cinco años, liderando la lista de energías renovables para 2023. Si estas cifras se convirtieran en realidad, podrían suponer un abertura de esperanza para el planeta el cual tendría una oportunidad de excluirse hasta 2030, fecha en la que los científicos de la ONU ya han fijado el punto de no retorno para los mayores desastres naturales ocasionados por el cambio climático.
¿Es creíble funcionar sólo con energías renovables?
El informe emitido este lunes por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU señala también como responsables a los gobiernos, los únicos capaces de tomar una acción política internacional urgente que frene el incremento de temperatura terrestre de 1,5 grados centígrados para 2030. Sin embargo, esta cifra puede parecer poco, este aumento de las temperaturas llegará a causar una cadena de desastres naturales descontrolados como sequía extremas, incendios forestales, inundaciones y escasez de alimentos que acabará con la vida de millones de personas.
La ONU apela que si se lograra mantener el aumento de la temperatura terrestre en tan solo 1,5 grados centígrados en vez del aumento de 2 grados, el nivel del mar subiría 10 cm menos para 2100 y los arrecifes de coral disminuirían entre un 70% o 90% en vez de desaparecer por completo, entre otras mejoras.
"La bioenergía moderna es el gigante ignorado en el campo de las energías renovables", afirman desde la AIE, "confiamos que la bioenergía moderna continúe encabezando el campo y consideramos que tiene grandes perspectivas de crecimiento". Este tipo de energía renovable derivada del procesamiento de plantas y gas de origen anaeróbico supuso la mitad de toda la energía limpia consumida en 2017, y es la única que reduce las emisiones de gas de efecto invernadero y evita el los impactos sociales ambientales y económicos, siendo por todo esto la gran apuesta para un futuro más limpio.
Fuente: computerhoy.com