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La energía del futuro es el hidrógeno, según algunos expertos. El problema está en cómo separar este gas de los otros componentes con los que va asociado (el agua, por ejemplo) con el fin de convertirlo en materia que genere energías que impulsen coches o que den luz. En esta tarea se afanan los ingenieros del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC).
 

 

 

Sus objetivos son: separar el hidrógeno del agua, almacenarlo en una especie de pila que evite su volatilización y hacerlo por medio de energías alternativas como el viento o el sol, tan abundantes en Canarias. Las investigaciones persiguen que se pueda hacer una producción industrial y ecológica (sin emisiones de dióxido de carbono) que sea además económicamente rentable.

El director de la división de Investigación y Desarrollo del Instituto, Gonzalo Piernavieja, señala que "lo más dificil es conseguir separar el oxígeno del hidrógeno. Para ello, recurrimos a la energía fotovoltaica o eólica que es la que produce la corriente que hace funcionar el electrolizador". Aquí se produce la separación de los dos elementos. El residuo, que es el oxígeno, va al aire y se almacena el hidrógeno. Uno de los problemas que tienen es el de controlar los elementos (el aire y el sol)con lo que se trata de almacenar para luego poder utilizar.

Tanto Piernavieja como el director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información, Juan Ruíz, reconocen que es un proyecto aún en pañales, pero que llegará el día en el que habrá una economía del hidrógeno que se destinará principalmente al transporte. Los primeros pasos ya se han dado y, en breve, se contará con un coche adaptado a tal sistema. Este se propulsará con el hidrógeno obtenido a través de energías renovables y almacenado en el laboratorio del ITC en Pozo Izquierdo (Gran Canaria).

Juan Ruiz señala que "lo que se está haciendo demuestra que es posible la economía de escalas. Tenemos la posibilidad de producir hidrógeno en Canarias y estamos en este momento como punta de lanza de un proyecto que es la obtención de una energía que es, sin duda el futuro". Aclara que "tenemos una ventaja respecto al continente y es que podemos trabajar a pequeña escala y ver los resultados". Recuerda que "nuestra gran aportación es que obtenemos un nuevo tipo de energía sin usar combustibles fósiles". Ruiz sostiene que el proyecto será un "éxito si hay implicación empresarial, que vean estos trabajos no como prototipos, sino como una oportunidad de inversión".