7/04/2006 - 12:01h

El hidrógeno en la industria del automóvil

Según Arias Cañete, se aproxima un radical giro en la industria automovilística a nivel mundial, promovido por el cambio en las fuentes energéticas, y España no puede y no debe quedarse atrás.

España es el séptimo país productor de vehículos del mundo. En el sector del automóvil en España trabajan más de 300.000 personas, en las 18 plantas existentes. Si tenemos en cuenta el empleo directo y el indirecto, la población ocupada se acerca a los dos millones de personas. Sólo estas cifras dan una idea de la importancia que la industrial del automóvil, incluyendo la fabricación de componentes, tiene para España, por lo que no puede quedar rezagada en el proceso de innovación tecnológica y en asegurar su competitividad en un contexto internacional. Preocupa en gran medida la deslocalización industrial, y con razón, pero a corto plazo es más importante la destecnificación, si no sabemos innovar a tiempo.

Dentro de este proceso de innovación hay que trabajar en los nuevos materiales, como por ejemplo, los nuevos aceros con alto contenido en maganeso, de gran resistencia. Igual desarrollo cabe esperar de los plásticos y sus derivados, componentes electrónicos, aluminio, fibra de carbono, magnesio, vidrio y otros materiales. [...] Es verdad que la industrial del automóvil es puntera en tecnología y muy dinámica, que se ha constituido un Observatorio del Automóvil y que nuestras compañías operan todas ellas con tecnología externa, pero todo esto es absolutamente insuficiente. En los próximos años el cambio en esta industria va a ser radical. En diez o quince años el corazón de la industria del automóvil será los coches eléctricos alimentados por hidrógeno, en una primera etapa fabricando coches híbridos -gasolina hidrógeno- y después utilizando como combustible sólo hidrógeno. Este futuro exige acciones mucho más vigorosas que las desarrolladas hasta ahora.

Las tecnologias para la producción de hidrógeno son diversas. Ninguna está madura y es preciso dedicarles la máxima atención. El hidrógeno tiene una elevada energía específica, su oxidación no genera contaminantes de ningún tipo, es muy abundante en nuestro planeta, puesto que se obtiene del agua, pero no es energía primaria: es un vector energético y su producción requiere cantidades grandes de energía.

Es interesante analizar los rendimientos energéticos: en las turbinas de vapor convencionales -centrales de carbón, fuel-oléo o gas natural de un solo ciclo- los rendimientos son de entre el 32 y 39% , el resto de la energía se pierde, en los motores de combustión interna -vehículos convencionales- el aprovechamientoç energético se sitúa entre el 20 y el 30%; los aerogeneradores alcanzan una eficiencia del 40%; sin embargo, las centrales hidroeléctricas tienen rendimientos muy altos, alrededor del 80%. Todo ello obedece o no a las tecnologías, sino a las leyes de la física, la química y la termodinámica.

En el caso del hidrógeno, la tecnología actual permite un rendimiento de las pilas de combustible de alrededor un 50%, y puede mejorarse hasta un 70-80%. Sus ventajas son muchas, pero las dificultades para la producción y manejo, también. El uso del hidrógeno supone una nueva revolución industrial porque los nuevos automóviles serán otros, nada que ver con los actuales, y es todo un reto para el sector energético y para el de la automoción.

¿ Cómo disponer del hidrógeno necesario ? Ésa es otra tarea, pero como se ha percibido claramente su necesidad, los países avanzados en la industrial del automóvil -EEUU, Japón, China, Corea, Francia y otros- han optado con decisión por abordar esta cuestión, que a corto plazo debe acometer España. El motor eléctrico es más silencioso que nuestros motores de explosión -gasolina- o diésel -gasóleo-. Puede ponerse en marcha a muy bajas temperaturas -hasta 20ªC bajo cero- y no emite gases de efecto invernadero -CO y CO2-, ni óxidos de nitrógeno, ni partículas, ni hidrocarburos. Por el tubo de escape, sale simplemente vapor de agua. En definitiva, son coches eléctricos con excelentes características medioambientales, muy silenciosos, y no emiten ningún tipo de contaminantes. Todas las grandes marcas están trabajando intensamente en los prototipos de coches eléctricos, y las grandes compañías energéticas, en la producción de hidrógeno.

En España, es urgente aunar esfuerzos entre todos los sectores concernidos y empezar ya, al menos con las siguientes actuaciones:

  • Mayor participación en el VII Programa-Marco de la UE en este dominio
  • Mayor dedicación a estos grandes proyectos de nuestro centros públicos y privados de I+D
  • Acuerdos en el sector energético para la producción de hidrógeno
  • Previsión de instalación de hidrogeneras

En definitiva, lo que está en juego es el futuro de nuestra industria del automóvil, y tenemos la obligación de ver a distancia, para bien del presente y del futuro de nuestra población.

Fuente: ABC, 5 de abril de 2006. Arias Cañete es Secretario Ejecutivo de Economía y Empleo del PP

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