7/06/2006 - 11:15h

Energía hidráulica en Canarias

La energia hidráulica es la que se obtiene de la caída del agua desde cierta altura. Su desarrollo requiere construir pantanos, presas, canales de derivación y la instalación de grandes turbinas y equipamiento para generar electricidad. Todo ello implica la inversión de grandes sumas de dinero.

Canarias cuenta con dos centrales hidráulicas, una en Tenerife y otra en la Palma, de 463 y 800 Kw de potencia, respectivamente. Esta media de 1.263 Kw de potencia se ha mantenido estable desde 1998 hasta 2004. La central del Mulato en la Isla de La Palma estuvo cerrada por problemas técnicos durante todo el ejercicio de 2004. En 2003, ambas centrales produjeron 3.319 Mw por hora, lo que equivale a 285,4 toneladas de petróleo no consumidas y 2.611 toneladas de CO2 que no se emitieron a la atmosfera.

La energía hidráulica procede del aprovechamiento de la energía potencial de un curso de agua, mediante la instalación de una central hidroeléctrica encargada de transformarla en energía eléctrica. Según la potencia instalada, se clasifica en centrales hidroeléctricas con potencia igual o inferior a 10 Mw (minihidráulica), centrales hidroeléctricas con potencia entre 10 Mw y 50 Mw y centrales hidroeléctricas con potencia superior a 50 Mw.

Los actuales avances tecnológicos, el uso progresivo de equipos normalizados y el empleo de automatizaciones y telemandos, contribuyen a la racionaliazación del diseño, de la construcción y de la explotación de las centrales minihidráulicas, reduciendo así sus costes de explotación. Se pueden clasificar, atendiendo a su forma de implantación en centrales fluyentes, centrales de pie de presa y centrales en conducciones de riego o de abastecimiento.

La hidroelectricidad es un recurso natural disponible en las zonas que presentan suficiente cantidad de agua. Por lo que no resulta competitiva en regiones donde el carbón o el petróleo sean baratos, aunque el coste de mantenimiento de una central térmica, debido al combustible, sea más caro que el de una central hidroeléctrica. Sin embargo, el peso de las consideraciones medioambientales centra la atención en estas fuentes de energías renovables. La primera central hidroeléctrica se construyó en 1880 en Northumerland, Gran Bretaña. A principios de la década de los noventa, las primeras potencias productoras de hidroelectricidad eran Canadá y Estados Ünidos. Canadá obtiene un 60% de su electricidad de centrales hidráulicas. En algunos países se han instalado centrales pequeñas, con capacidad para generar entre un kilovatio y un megavatio. En muchas regiones de China, por ejemplo, estas pequeñas presas son la principal fuente de electricidad.

Fuente: La provincia, 26 de mayo de 2006

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